Ante las elecciones más importantes en la historia del país, los partidos políticos viven una etapa de suicidios. Las contradicciones, pleitos y hasta divisiones al interior de los institutos políticos del país dejan al electorado en total indefensión.
El partido en el poder, el que fundó el Presidente de la República, no tiene cabeza. El “presidente interino”, figura inexistente en sus estatutos, no tiene amor al partido. Llegó a Morena con la firme convicción de alcanzar un cargo de elección popular, luego de presidir El Barzón, donde no le fue nada mal. Y ese amor por los recursos le movió militar en Morena y después encabezarlo, manipulado por Bertha Luján luego de un fallo muy oscuro del Tribunal Electoral.
Ramírez Cuéllar dijo a los cuatro vientos que le había impuesto una auditoría a la anterior presidenta del partido, Yeidckol Polevnsky, cuando en realidad, esta fue quien solicitó la auditoría para aclarar los rumores y acallar las descalificaciones.
Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador recomendó que en caso de que existan evidencias de corrupción de Yeidckol Polevnsky durante su paso por la dirigencia de Morena se deben presentar denuncias ante las autoridades.
El PAN, la supuesta segunda fuerza electoral, ahora está a punto de dividirse y no sólo por la posible candidatura de su líder nacional Marko Cortés a la gubernatura de Michoacán, -donde, de concursar él, muchos panistas aseguran que perdería- sino porque se debaten entre apoyar a El Bronco en Nuevo León o dejarlo solo con la bronca de desvío de recursos, por lo cual, aseguran los regiomontanos, el propio gobernador mandó quemar la tesorería del estado.
El PAN no ata ni desata, y ante las elecciones carece de candidatos fuertes y de argumentos sólidos.
El PRI, la tercera fuerza electoral del país, no llega en ninguna encuesta al 10% de las intenciones del voto y deberá aliarse con cualquier otro partido para no perder su registro en ciertos rincones del país donde nada quieren saber de sus militantes.
El liderazgo de Alejandro Moreno pareciera no saber para dónde voltear, si para crear una coalición con la oposición o colocar a algunos de sus alfiles en Morena, bajo un esquema de alianza electoral. Las opiniones se dividen y pareciera aproximarse una nueva salida masiva de militantes.
El único partido que no se ha debatido entre discusiones internas es el PRD, que dedica su tiempo y su esfuerzo en reconstruir su instituto y guardar las formas y las leyes ante unas elecciones que le resultan importantes por el cúmulo de oportunidades para reactivar su presencia nacional y alcanzar cargos de elección popular con influencia política.
El resto de los partidos políticos le harían un bien a México si desaparecieran, ya que no están exentos de divisiones internas. Movimiento Ciudadano ya no sabe qué hacer con el gobernador de Jalisco, que cada día tiene mayores problemas y tiene un pie en la calle.
Y así como MC, que ya había desaparecido oficialmente, están los que sólo absorben recursos y carecen de fuerza, de ideología y de identidad
La irresponsabilidad de los partidos políticos, su división interna y su falta de liderazgo confunden a la población a la hora de estar frente a las urnas. Habrá que pedirle al desprestigiado INE que actúe al respecto y deje de apostarle a la destrucción de la democracia.
PEGA Y CORRE. – El Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que la semana próxima se dará a conocer un fraude por 48 mil millones de pesos en las llamadas factureras, donde uno de los responsables de este fraude es Samuel García, el gran facturero del país, y que ahora quiere ser gobernador de Nuevo León… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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