Sus apariciones públicas tienen siempre una razón de ser, están ligadas a la coyuntura o son motivo para un anuncio que amerita la presencia del Jefe de Estado. Se sabe que cuando el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dirige un mensaje a la nación es porque algo relevante dará a conocer.
Desde su despacho del Palacio del Elíseo, con los jardines de la sede presidencial como escenografía, el mandatario galo anunció este domingo que su país daba un importante paso hacia adelante en el proceso de desconfinamiento y regreso a una nueva etapa de la normalidad.
Con cerca de 30 mil muertos registrados por Covid-19, Francia ha reducido el ritmo del contagio a tal grado que su territorio ha sido declarado zona verde. Por ello, anunció Macron, los alumnos de todos los niveles regresarán a clases a partir del lunes, bares y cafés han reanudado plenamente sus actividades y serán permitidas las visitas a las residencias de adultos mayores, además de que han sido reabiertas las fronteras con las naciones de la Unión Europea.
La apuesta de Emmanuel Macron es alta y con posibles implicaciones políticas. Si bien su discurso ha sido conciliador a lo largo de toda esta crisis y las medidas adoptadas para el rescate de los sectores productivos afectados por la pandemia han implicado una inversión pública de más de 500 mil millones de euros, la inestabilidad interna que ha provocado la aparición del Covid-19 podría cobrarle factura.
En las últimas dos semanas, Francia ha registrado una serie de manifestaciones, en ocasiones violentas, en contra del racismo y para exigir mejores condiciones en el sector salud. Nada que otras naciones europeas o en Estados Unidos no se haya vivido quizá como el escape de una sociedad que expresa de esta forma el hartazgo después de un largo encierro.
Sin embargo, en el caso de la nación gala, la estrategia gubernamental pasará por el termómetro electoral, ya que el próximo 28 de junio se llevará a cabo la segunda vuelta de las elecciones municipales en más de 4 mil localidades en las que no se pudo culminar con el proceso celebrado el pasado 5 de marzo.
Los comicios que se llevarán a cabo el domingo de la próxima semana, si bien tienen un alto ingrediente local y ante los cuales se espera una escasa participación, significarán un primer parámetro para medir el impacto de la estrategia sanitaria, política y económica de uno de los presidentes que con más seriedad y temple han enfrentado la pandemia.
Segundo tercio. En lo que va de la contingencia, el presidente Emmanuel Macron ha dirigido únicamente cuatro mensajes a la nación. En esta última alocución, la del domingo pasado, logró reunir a 23.6 millones de telespectadores, lo que representó más de 85% de la audiencia. Si nada grave sucede, la próxima aparición del presidente galo en cadena nacional será el 14 de julio, día de la fiesta nacional francesa, en la que ya es una tradición que el Jefe de Estado hable a sus gobernados.
Tercer tercio. Administrar el uso de la palabra es una estrategia de comunicación política utilizada por muchos estadistas. De esta forma, se evita el desgaste, su voz es más escuchada y su mensaje tiene mayor impacto.
@EdelRio70