Como política pública el Gobierno de Quintana Roo contempla el acompañamiento social que facilite la orientación, reeducación y adaptación de las y los ciudadanos a fin de generar una nueva cultura colectiva que mantenga a salvo a la sociedad al convivir con el Covid-19, de la misma forma en que la población adoptó desde hace décadas la cultura para prevenirse, protegerse y recuperarse del embate de huracanes.

 

“No te confundas, no salimos de la pandemia, salimos de casa con la pandemia”, ha insistido el gobernador Carlos Joaquín desde el 8 de junio en que empezó la reactivación económica con semáforo naranja en el norte de la entidad y algunas empresas, principalmente del sector turístico, empezaron a abrir sus puertas.

 

Semanas antes de la reactivación y conforme a las fases del plan estatal para enfrentar la pandemia por Covid-19, el gobernador instruyó como política pública “reforzar colectivamente el conocimiento y la práctica de los protocolos de protección para que las personas aprendan a cuidarse, mejorar su salud y fortalecer su sistema inmunológico”.

 

En constantes reuniones con el sector turístico y empresarial Carlos Joaquín ha estado pendiente de que la industria aplique las medidas de salubridad e higiene que contempla el protocolo para convivir, en esta etapa, con el virus y reducir su capacidad de transmisión. Bajo su conducción el gobierno estatal planteó un plan complementario al de la federación para reactivar la economía, aplicando la certificación turística voluntaria a la que ya se han inscrito más de 5 mil empresas y logrando que Cancún fuera el primer destino de América en recibir el Sello de Seguridad Global que entrega el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC).

 

El gobierno de Quintana Roo considera que las y los quintanarroenses han demostrado, en el tiempo, una gran capacidad de adaptación que se ha convertido en pilar fundamental para mantener la fortaleza de los destinos turísticos del estado.

 

“Frente a contingencias naturales, como huracanes y sargazo, la población de Quintana Roo ya demostró sus habilidades no sólo de adaptación, sino de prevención y recuperación, acompañada siempre por el gobierno estatal. En la atención del sargazo, por ejemplo, hemos seguido la misma ruta que la previsión y contención de daños antes, durante y después de un huracán. Un grupo de científicos reunidos en el Consejo Técnico Asesor (CTA) propuso desde 2018 un protocolo que contempla esas tres etapas para estar prevenidos mediante un sistema de alerta temprana del recale masivo de sargazo e impedir que llegue a las costas recolectándolo en altamar con embarcaciones de alto calado a fin de evitar daños a la salud de nuestra gente y a la economía local”, precisó Carlos Joaquín.

 

Así como en esas tareas el gobierno de Quintana Roo integró a empresarios, trabajadores, escuelas y otros voluntarios de la sociedad civil, frente a este nuevo reto que impone la pandemia por Covid-19 creó la figura de Enlaces cívicos de Participación Social, quienes tienen entre sus funciones señalizar, informar y promover en calles y lugares públicos el uso de protecciones y protocolos de sanidad, mientras cada uno de los empleados que se reintegran a sus centros de trabajo van replicando a nivel social las mismas medidas que aprendieron al ser capacitados.

 

Más que cuando estaban en confinamiento, los ciudadanos que vayan reintegrándose a sus centros de trabajo vivirán minuto a minuto las medidas de prevención que así, irán replicando bajo esta experiencia en sus hogares y, por ende, en la comunidad, contribuyendo a esta nueva cultura de resiliencia frente a la pandemia.

 

CS