Pareciera que algunos gobiernos todos los días siguen minando a los empresarios del turismo, mismos que entre otras cosas generan empleos e impuestos; ya les quitaron todo y si pueden les quitaran más, antes del Covid ya no tenían tanto apoyo que no fuera moral-institucional para ellos, ¿Los más sonados? Se les fue el fondeo de los Pueblos Mágicos (podermagico), se fue el CPTM y en estas semanas se les fue el dinero del fondo mixto de la CDMX.
Este último escándalo referente al Fondo Mixto de Promoción Turística (FMPT) de la CDMX al reasignar los dineros del impuesto al hospedaje que estaban destinados para la promoción turística de la Ciudad de México del orden de 176 millones de pesos, ya para muchos ha sido la puntilla.
Cada vez los emprendedores y empresarios del ramo se van haciendo a la idea de que el negocio es solo suyo y de nadie más, por muy etiquetado que estén los dineros de los apoyos, ya se vio al menos en la CDMX que de que se puede echar mano de esos recursos se puede.
Si Carlos Mackinlay secretario de turismo de la Ciudad de México votó para que esos dineros fueran utilizados para otras cosas, sería muy bueno que también informara el destino de dichos fondos, si es que se van a dirigir a causas sociales o sanitarias, si es eso, no hay vuelta de hoja; si aún no se sabe para donde se fueron, eso sí que sería una historia triste.
Por cierto el secretario de turismo de CDMX ha andado un poco ausente en todo este trago amargo de la pandemia, solo está presente en su tuiter, retuiteando los comunicados que las dependencias emiten, pero a él no se le ve para nada convocando al gremio, fijando posicionamientos, apaciguando o cabildeando apoyos, ni siquiera para atender a los guías de turistas que se manifiestan por falta de trabajo y ayudas del gobierno de la ciudad; tampoco envió algún comunicado a la prensa con su postura acerca del FMPT CDMX.
El caso es que hoy día no se sabe si tal operación de reasignación de fondos pasó o no pasó, dado que enseguida conocidos gremios y cámaras se manifestaron en contra de la decisión y luego vino un calma chicha.
Como conclusión podríamos señalar que los empresarios turisteros se les ve cada vez más solistas en su tarea de mantener a flote sus negocios y con ello los empleos y sus pagos de obligaciones, no obstante creo que es una oportunidad de que todo el éxito que logren sin apoyos de gobierno sea todo suyo, aunque luego sean los gobiernos quienes finalmente reporten los números de alzas o bajas. ¿El turismo de CDMX se quedará sin su fondo de promoción? Creo que esa historia continuará.
LEG