A 100 días de la aplicación del Plan DN-III-E por la pandemia, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) contrató a más de cuatro mil 995 profesionales de la salud (civiles), además de contar con los militares, y han atendido a 10 mil 360 civiles e implementaron seguridad a 38 almacenes del IMSS.
Esto por ser uno de los centros de acopio más grande en medicamentos e insumos hospitalarios y a 15 hospitales que están yuxtapuestos a este tipo de almacenes, con aproximadamente mil elementos de tropa.
El coronel de artillería diplomado de Estado Mayor, José Manuel Durán, jefe de la subsección de Protección Civil de la sección de Operaciones manifestó en una entrevista con 24 HORAS, que como parte de la atención se capacitaron a más de cuatro mil elementos del servicio de sanidad y a 206 médicos cirujanos en cuidados intensivos.
“Para la atención de pacientes Covid, habilitamos por parte de la Sedena instalaciones nuestras, del Insabi que estaban pendientes de terminarse y adecuamos otras, reconvertimos unidades militares para ser las unidades hospitalarias”, refirió.
Éstas cuentan con capacidad para dos mil seis pacientes de terapia intensiva, así como dos mil 342 que requieran hospitalización y cuidados médico.
Abundó que establecieron 274 filtro sanitarios, ayudaron a detectar probables contagios, y se instalaron cinco filtros sanitarios en Aeropuertos Internacionales como Tijuana, Guadalajara, Ciudad de México, Cancún, Monterrey y en Palacio Nacional, que son centros de alta afluencia.
Por otra parte, en el marco del 54 Aniversario del Plan DN-III-E, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) y el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) reconocieron la trayectoria que realizan elementos de la Sedena.
El coordinador de la CNPC, David León Romero, se congratuló por la labor que realizan los efectivos y resaltó que se debe valorar el esfuerzo que hacen para salvaguardar el patrimonio y seguridad de la población.
“Cuando todo parece perdido, cuando la vida está en juego, cuando el agua baja y revela el nivel del desastre siempre está ahí el brazalete amarillo, en el que vemos la esperanza que tiene un pueblo que ha vividos episodios dolorosos de emergencia y desastre”.
LEG