Comencemos por Marko Cortés, presidente del PAN. Se lo tragó la BOA.

Ingenuo, se creyó lo del Bloque Opositor Amplio y lanzó una convocatoria para unirse al PRD y a Movimiento Ciudadano. Lo que queda del perredismo pidió tiempo para pensar en la opción, y Movimiento Ciudadano de plano les dijo que, por hoy, no.

El michoacano Cortés se emocionó con la aparición del documento no confirmado en su origen y autenticidad presentado en Palacio. Y quedó exhibido como ingenuo, por decir lo menos. Quiso hacer realidad la BOA, y la boa se lo tragó.

Cortés aún no entiende la forma de operar del presidente López Obrador. La Boa es la Mafia del Poder. Si PAN, PRD y MC se unen, le darán la razón al Presidente de que hay un grupo, al que se integrarían empresarios, intelectuales y medios de comunicación a los que el Presidente ha acusado de fraguar un plan en su contra para quitarlo del poder.

Si no se unen, para el Presidente y Morena será más fácil derrotarlos ya que, desarticulados, no valen mucho porque no tienen una propuesta alterna, real, a la que está presentando el Presidente.

Pasemos a Morena. Fieles a su ADN perredista, están lavando la ropa sucia fuera de casa. Han acusado a su secretaria General, Yeidckol Polevnsky ante la fiscalía por lavado de dinero y daño patrimonial.

Ella, Polevnsky, acusa persecución de parte de quienes se quieren quedar con las candidaturas y los recursos de las prerrogativas de Morena (que serán de más de mil 500 millones de pesos) para el 2021.

Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente en turno en Morena, pudo llevar la denuncia en secrecía para que, en caso de que se compruebe que la secretaria General de Morena cometió actos de corrupción, se le castigara y no les regalaran a los opositores el argumento de que en ese partido hay corrupción.

Ni Marko, ni Alfonso han entendido que, no entienden el tiempo político que viven.

Por eso, los gobernadores de la oposición, están tomando el papel protagónico en estos momentos. De ello, hablaremos después.

La Letrina. La DEA, la agencia antidrogas de los Estados Unidos, pidió a las autoridades de nuestro país que no descongelen las cuentas de Guillermo Álvarez, directivo de la Cooperativa Cruz Azul y del equipo de futbol de la Liga MX. ¿Cuáles son los negocios de Billy Álvarez, y con quién los ha estado haciendo, que la DEA solicita que no le permitan hacer uso de sus cuentas bancarias? Esto implica algo más delicado que el uso de “factureras” para lavar dinero, o tener dos contabilidades en la compra-venta de jugadores de futbol. ¿Narco en el futbol y en la industria cementera de México? Preocupa, muchísimo, que intervenga la DEA.

 

                                                                                                                                                       @Fercoca