En el momento cuando varios países salen de sus respectivas cuarentenas, los confinamientos obligados por la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, las enseñanzas que dejaron los prolongados encierros también pueden ser ahora parte del universo editorial para la posteridad.

La editorial Tirant lo Blanch publicó la obra “Pandemia. derechos humanos, sistema penal y control social (en tiempos de coronavirus)”, disponible por ahora en formato digital.

El libro fue coordinado por Iñaki Rivera, investigador de la Universidad de Barcelona y está compuesto por 22 aportaciones de 23 autores.

“Cada capítulo trata de un aspecto de la vida que se vio afectado por la pandemia”, narra la editora en México María Goerlich León, “pero desde una perspectiva distinta, pues abordan a algún colectivo que quedó invisibilizado en la pandemia”.

Por ejemplo, las trabajadoras del hogar o quienes se encuentran en el campo de la informalidad. Pero igual las sexoservidoras o la población de la calle.

La inmigración o la calidad de refugiado, ser un prisionero o estar internado en un instituto de salud mental también fueron elementos que marcaban la diferencia en las personas sometidas a restricciones y distanciamientos.

“El libro pretende ser un ojo para mirar lo que no se ve, para alertar de lo que sucede con colectivos que normalmente no son visibles, pero que su condición se agrava con la pandemia. Hubo grupos privilegiados con la opción de quedarse en casa, pero hubo otras personas para quienes la consigna de quédate en casa no funcionó igual.

El virus, detalla el libro que se puede conseguir por Internet desde la página de la casa editorial, no es democrático en el sentido de que afecta a todos por igual desde un sentido social, aunque sí en el aspecto médico.

Entre los participantes (tanto españoles como latinoamericanos) hay juristas y criminólogos, pero también sociólogos y médicos, lo que brinda una visión más amplia y global de los temas.

“Invita a la reflexión desde diversos ámbitos del pensamiento”, agrega Goerlich León, “y una conclusión rotunda es que nada va a ser igual”.

 

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