Hay intranquilidad adentro.
Pero allende el Gobierno se vuelve un asunto de interés mayúsculo:
¿Qué hacer con los casos de corrupción denunciados?
El tema ya es recurrente.
Hay muchos funcionarios señalados cuando apenas va la cuarta parte del sexenio y suicida sería para éste terminar en el escándalo general.
Sobre todo porque se construyó sobre el desprestigio de administraciones pasadas -Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña- y promesas de honestidad y transparencia.
Sería un fracaso total.
Nadie entendería cómo los neoliberales -ahora devenidos a conservadores- transmitieron los usos y costumbres a los transformadores, sobre la marcha reconvertidos a liberales.
Pero estas son etiquetas de campaña política para adoctrinar a votantes de 2021 en las intermedias, de 2022 en la consulta y en el relevo de 2024.
El asunto es que la prensa incómoda ha desenmascarado a varios altos funcionarios, revelado prácticas sospechosas, y la fama empieza a pesar.
FUNCIONARIO EN CAPILLA
Ha habido frases de exoneración.
La más usada antes de las elecciones:
-Nuestro movimiento purifica.
Así fue posible sumar activistas de aquí, allá y hasta de Canadá, de donde se repatrió con fuero a Napoleón Gómez Urrutia, Napito.
En el primer año y medio de Gobierno:
-Yo les tengo confianza.
Esa confianza es válida hasta para gente leal como Asa Cristina Laurell, quien no pudo con el historial de relación familiar del secretario de Salud, Jorge Alcocer, con el poder.
Como en el ejercicio de Gobierno, las frases también se desgastan y quizá en algún momento no valgan expresiones de respaldo como las arriba señaladas.
Por eso se ha recurrido a la cobija de toda la administración pública para apoyar -y no se apoya a quien no lo necesita- a la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval.
Seguramente esto continuará.
Pero sí es necesario vigilar hacia dentro y ya se revisan contratos como los otorgados a León Manuel Bartlett y su empresa Cyber Robotics Solutions.
Otras operaciones están en la lista y un alto funcionario en capilla.
ESCÁNDALOS QUE PESAN
1.- Los escándalos no se dan solamente con corruptelas.
El gobernador chiapaneco Rutilio Escandón trata de saldar un conflicto familiar, con balas de por medio, a través de un tuit:
“En Chiapas nadie está por encima de la ley, no toleraremos el nepotismo, tráfico de influencias, compadrazgos…”.
Esperaremos pruebas.
2.- Desde hace meses se sabía: el T-MEC entrará en vigor el 1 de julio.
Pero no se modificaron las leyes y, por la pandemia y el semáforo rojo de la capital, se hará la víspera, horas antes de ese plazo.
El destino de un acuerdo multilateral en manos de Ricardo Monreal.
3.- Es inclemente formar a la gente, con el sol a plomo, durante horas para hacer algún trámite.
Y peor en lugares de altas temperaturas, como la Península de Yucatán y el norte del país.
Un paso lo dio la gobernadora Claudia Pavlovich al pedir a la Asociación de Bancos de México modificar protocolos.
Y 4.- Hoy Ciudad Juárez pasa de rojo a naranja.
Será interesante ver cómo el alcalde Armando Cabada adapta el aparato productivo, motor de la maquila fronteriza.
LEG