Naciones Unidas y la comunidad internacional, a excepción de Estados Unidos, objetó en el Consejo de Seguridad de la ONU el proyecto de Israel para anexar parte de Cisjordania, por el que los palestinos reclaman sanciones.
Durante una videoconferencia en la que participaron varios ministros, los jefes de la ONU y la Liga Árabe exigieron al unísono a Israel que abandone sus planes, que podrían poner fin a los esfuerzos internacionales en favor de la creación de un Estado palestino viable.
“Estamos en un momento decisivo”, advertía António Guterres, jefe de la ONU, “de aplicarse, la anexión constituiría una gravísima violación del derecho internacional, perjudicaría gravemente la perspectiva de una solución de dos Estados y reduciría las posibilidades de una reanudación de las negociaciones. Pido al Gobierno israelí que abandone sus planes”.
La propuesta de anexión la lanzó el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, durante la campaña electoral en marzo. De llevarse a cabo, supondría la anexión parcial de casi 30% de Cisjordania e incluiría la mayor parte del Valle del Jordán y asentamientos israelíes ilegales.
La respuesta de los dirigentes palestinos ante esta iniciativa fue la de cortar los vínculos con Israel y EU, que respaldaron el plan.
El enviado de las Naciones Unidas para el Oriente Medio, Nikolay Mladenov, advirtió al Consejo que podrían estar en juego tres décadas de esfuerzos internacionales de paz.
Su posición se aparta del plan para Medio Oriente de Estados Unidos, que reconoce a Jerusalén como capital de Israel, y prevé un Estado palestino reducido y fragmentado.
LEG