Los polvos del desierto del Sahara, que impactaron en Cuba y Miami, afectan también el cielo de la paradisíaca península mexicana de Yucatán y, según una experta, la gigantesca nube del continente africano podría propiciar la reproducción de sargazo, una desagradable alga que daña las playas de la zona.
La masa de aire seco con partículas de arena originada en el desierto más grande del planeta, se observa este jueves como una espesa nube gris en el horizonte sobre el mar turquesa de Cancún.
Esta región del litoral mexicano es uno de los principales destinos turísticos de México que intenta recuperarse del golpe económico provocado por la suspensión de actividades no esenciales por la pandemia de Covid-19, prolongada durante 11 semanas.
Ante la llegada de los polvos africanos, la secretaría de Salud de Quintana Roo recomendó el uso de mascarillas o pañuelos húmedos para cubrir nariz y boca, principalmente a las personas con enfermedades respiratorias crónicas, adultos mayores, niños y mujeres embarazadas.
Fabián Vázquez, del Servicio Meteorológico Nacional, declaró a la prensa que a diferencia de otros años, se trata de “una nube de polvo bastante densa, que eso es lo que llama la atención. Son muchas partículas, tanto de minerales, aerosoles, en general”.
Brigitta I. van Tussenbroek, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar de la Universidad Nacional Autónoma de México dijo a la AFP que el sargazo, que desde hace 5 años cubre grandes extensiones de las playas de la Península de Yucatán, necesita, además de luz y temperatura, nutrientes para florecer en el mar, o bien, su tasa de crecimiento es mucho menor.
“El área por la que pasan los polvos del Sahara corresponde justamente con la región donde pensamos que se origina el sargazo, en el eje ecuatorial sur. Este polvo aporta fósforo y hierro, que son elementos muy limitados en el mar. Si sabemos que son elementos que son limitados y hay una nube que lo está aportando, obviamente va a crecer más”, refirió la académica.
El fenómeno origina una masa de aire caliente y seca que, aunque eleva los termómetros, contrarresta la formación de ciclones tropicales. Ello supone, además de una sensación de mucho calor, una disminución de las lluvias.
El sargazo ha contaminado las playas desde 2018 con su olor y aspecto desagradables. Ante este problema, el gobierno mexicano y empresarios organizan periódicamente brigadas de limpieza para eliminarlo de la costa.
PAL