El primer ministro español, Pedro Sánchez, usó una máscara y evitó estrecharle la mano a los partidarios en una manifestación política este domingo cuando la pandemia de coronavirus provocó cambios en la campaña antes de las elecciones regionales.

 

Las encuestas en el País Vasco y Galicia el 12 de julio serán las primeras desde que España cerró en marzo. Las restricciones se redujeron el 21 de junio y los españoles se han ido adaptando al distanciamiento social y a las medidas de precaución en la vida cotidiana.

 

“El enemigo de España es el virus”, dijo el socialista Sánchez a un grupo reducido de unos 100 fieles del partido, todos con máscaras y sentados a la distancia recomendada de 1,5 metros, en un lugar en San Sebastián en la costa norte del país.

 

El edificio había sido limpiado antes del mitin, dijeron fuentes de su partido a Reuters.

Para evitar aglomeraciones en los colegios electorales, los votantes en las elecciones podrán votar por correo o en las oficinas de correos.

 

Contagios en España 

 

España se encuentra entre los países más afectados por la pandemia, con más de 28 mil muertes reportadas oficialmente y una tasa de infección mucho más alta que el promedio de seis por 10 mil personas.

 

Los funcionarios de salud dicen que al menos 20 brotes en todo el país están bajo control.

 

En otra reunión en Ourense, en el noroeste de España, el sábado, los partidarios de Sánchez se sentaron separados en una carpa mientras que los que no pudieron asistir vieron en vivo en YouTube.

 

cs