Las industrias del país llegarán debilitadas a la entrada del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) como resultado de la pandemia del coronavirus, por lo que tendrán que sumar esfuerzos para evitar incumplimientos en sus procesos productivos y tener sanciones internacionales, aseguró Eugenio Salinas, presidente de la comisión de comercio exterior de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
“Todos estamos conscientes de cómo ha habido una recesión generalizada y algunas industrias no son la excepción; en el caso de la automotriz fue algo que no fue declarado desde un principio como sectores prioritarios. Si por eso existe un debilitamiento, entonces se llega igual que otras industrias”, comentó el empresario en entrevista con 24 HORAS.
Agregó que el T-MEC debe de verse como un señal de confianza para el mundo, toda vez que el acuerdo entrará en medio de una contingencia sanitaria y momentos de incertidumbre económica. No obstante, enfatizó que se deberán hacer ajustes a las políticas de cada país para que las inversiones puedan fluir y así contribuir al crecimiento económico.
Recordó que en marzo pasado se frenó la construcción de la planta cervecera de Constellation Brands, en Mexicali, Baja California, gracias una consulta pública organizada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, bajo el argumento de que era contaminante para la entidad y no contaba con los permisos necesarios para su operación.
De igual forma, calificó como una “mala señal” cuando hace un año se levantaron los arbitrajes internacionales ante la Comisión Federal de Electricidad (CFE) debido a la operación y construcción de gasoductos.
Y es que, según Salinas, el acuerdo que sustituirá al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) será una promoción comercial de gran envergadura, misma que debe acompañarse de un atractivo de inversión y para el cual se necesita enviar las señales de certidumbre necesarias.
En ese contexto, sostuvo que las compañías también tendrán que poner de su parte para cumplir con todos los lineamientos laborales, como respeto a la sindicación y contratos colectivos, al igual que preservar el bienestar de los trabajadores.
Al respecto, recordó que desde hace un par de meses la iniciativa privada, en conjunto con las secretarías del Trabajo y Previsión Social (STPS) y de Economía (SE), estableció mesas de diálogo y comités laborales para apoyar a las compañías con capacitaciones y resolución de dudas para la implementación de las nuevas normas de trabajo.
Y es que además se tienen que evitar los trabajos infantiles o forzosos, así como también establecer equidad en salarios, horas de trabajo, seguridad y salud, al igual que prevención de la violencia y discriminación.
De incumplir con alguno de estos puntos, el representante de la Concamin, comentó que las sanciones a enfrentar van desde incrementos arancelarios, multas, embargos y hasta daño reputacional, en tanto que los sujetos acreedores de estas penalizaciones pueden ser productos, instalaciones o las propias compañías.
“Hay un riesgo y necesidad para tener buenas auditorías de cómo están nuestras relaciones obrero-patronales y con los sindicatos; este mecanismo nos puede hacer vulnerables a potenciales denuncias”, dijo.
Explicó que si bien el TLCAN funcionó a la perfección durante poco más de 26 años, el T-MEC cuenta con nuevos adeptos tecnológicos que darán a Norteamérica la posibilidad para convertirse en la región más competitiva del mundo.
Dato:
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