Médicos Sin Fronteras está desplegando su primera misión médica extensa en Estados Unidos al abrir clínicas de campaña en el territorio de Puerto Rico, una isla del Caribe agobiada por la crisis económica, las calamidades naturales y la pandemia.

 

“Recibimos una llamada de Puerto Rico pidiendo ayuda”, dijo este jueves a la AFP Sophie Delaunay, coordinadora de la organización médica humanitaria en Puerto Rico, mientras su equipo instalaba una pequeña clínica de campaña en Loíza, al este de San Juan.

 

Con unos 7 mil 500 casos reportados de Covid-19 y 153 muertos en una población de 3.1 millones de habitantes, la epidemia está controlada en Puerto Rico en comparación con otros estados de Estados Unidos, que suman miles de nuevos contagios diarios.

 

No obstante, “una combinación de factores hacen que Puerto Rico sea muy vulnerable al covid”, dijo Delaunay. “Uno es la fragilidad del sistema de salud por la situación económica y la serie de desastres naturales”, explicó.

 

Otro es el que el prolongado toque de queda y el miedo al contagio hizo que muchas personas cancelaran sus visitas médicas en una región donde la telemedicina no es una opción para muchos.

 

Una seguidilla de terremotos no ha dejado de sacudir Puerto Rico desde que se registrara el primero el 28 de diciembre. Son de baja magnitud pero constantes y han dañado cientos de estructuras, dejando a miles viviendo en refugios.

 

Antes de eso, la isla aún intentaba levantar cabeza después del devastador paso de los huracanes Irma y María en septiembre de 2017, que provocaron casi 3 mil muertes.

 

Las tormentas dejaron grandes sectores de la isla sin conexión telefónica por meses y sin electricidad por prácticamente un año.

 

Por eso, cuando se reportaron los primeros casos de Covid-19, en marzo, la atención médica ya estaba bajo una tensión extrema.

 

MSF formó en abril equipos de prevención y educación en Puerto Rico, como el que existe también en la nación navaja, un territorio nativo en el sur de Estados Unidos.

 

La organización médica internacional también desplegó un equipo de prevención y educación en una zona campesina en Florida, que fue clausurado el mes pasado.

 

Pero ninguna de estas misiones comprendía atención médica directa. En cambio, desde mediados del mes pasado, MSF comenzó a viajar a zonas remotas de Puerto Rico y ofrecer consultas.

 

Tienen dos equipos móviles con un médico y un enfermero cada uno. Pueden atender casos de coronavirus, pero están enfocados en responder a complicaciones de salud por condiciones crónicas, como hipertensión y diabetes.

 

En 2011, después del azote del huracán Irene, MSF desplegó un equipo médico en Nueva York, pero la efímera misión duró cinco días y fue traspasada rápidamente a las autoridades locales.

 

“La misión en Puerto Rico ciertamente es la mayor que hemos tenido en Estados Unidos y la más médica”, dijo Delauney.

 

PAL