Corto, sobrio y sin gran despliegue de invitados, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó un sexto informe trimestral al pueblo de México, en el que no expresó alguna novedad para la recuperación económica tras la crisis de la epidemia por Covid-19 y versó el tema de la seguridad hacia los hechos mediáticos recientes.
Recordó que dicho informe conmemoró dos años de la “memorable” elección que lo colocó en la silla presidencial, desde la cual reiteró será guardián electoral hacía la que se avecina en 2021.
“Nos falta erradicar por completo el fraude electoral, y convertir el apego a los principios democráticos en cimiento inamovible de nuestra cultura cívica”.
Para guardar la sana distancia y protegerse de la lluvia, esta vez el informe no fue en el Patio de Honor, sino en el recinto parlamentario donde se aprobó la Constitución de 1857.
Pese a que el fin de semana pasado había prometido hablar sobre la recuperación económica tras la crisis generada por el coronavirus, el mandatario sólo se dedicó a reiterar indicadores que ya había anticipado, y que hoy fueron ratificados por el Banco de México, como fue el caso de 10% en el aumento de las remesas.
Destacó que el desempleo ya tocó fondo, pues junio cerró con 83 mil frente a los 555 mil empleos perdidos en abril; la recaudación se mantuvo igual con 53 mil millones de pesos; la capacidad de compra, cerró en 564 mil millones de pesos en las principales tiendas.
Respecto de la pandemia, únicamente resaltó que no han sido “menores los sacrificios” de la sociedad mexicana para evitar una saturación del sistema de salud.
En materia de seguridad, uno de los pendientes que enlistó en informes previos, redujo la cuestión de los homicidios dolosos, sin presentar cifras, a que no existen “aumentos sensibles”.
Sin embargo, “se eliminó la tortura y otras violaciones a los derechos humanos que eran prácticas habituales en otros gobiernos”.
En particular señaló la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, ocurrida en el sexenio de Enrique Peña Nieto, y el incendio en la Guardería ABC, ocurrido en la gestión de Felipe Calderón.
Además, consideró que hoy es el Presidente más insultado desde hace medio siglo, “y la respuesta ha sido la tolerancia y la no censura”.
Hubo mención especial para los secretarios de la Defensa Nacional y Marina, Luis Cresencio Sandoval y Rafael Ojeda, pues se ha acabado con la línea de “’remátalos’, el ‘mátalos en caliente’ y la orden de ‘que ustedes hagan su trabajo y nosotros nos encargamos de los derechos humanos’”.
A escasos meses de que arranque el año electoral, donde se renovará la Cámara de Diputados, en la cual su partido Morena tiene mayoría, López Obrador consideró que ya tiene un nuevo “deber”:
“Facilitar la libre manifestación de la voluntad popular”.
A los que dicen que eso implicaría injerencia, les adelantó que lo anterior lo hará respetando las decisiones de los organismos autónomos, como el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
“Olvidan que la democracia implica, en primer lugar, el respeto al mandato del pueblo, un mandato que en el pasado reciente fue atropellado (…). Actuaremos denunciando sin titubeos y con firmeza cualquier intento de fraude electoral”.
A año y medio de fungir en el poder, López Obrador consideró que mantiene la gobernabilidad así como la fe de sus seguidores, quienes reconocen que enfrenta tiempos difíciles.
FRASES
“Continúa la llama de la esperanza, la esperanza, que es una fuerza muy poderosa, existe una inquebrantable fe en la transformación”
“Se atiende a víctimas de la violencia y del neoliberalismo, como el caso lamentable de la Guardería ABC, de Hermosillo, Sonora”.
Andrés Manuel López Obrador
Presidente de México
LEG