El gobierno japonés se comprometió el viernes a estudiar las medidas concretas para reducir su dependencia energética al carbón de aquí a 2030, mientras la prensa informó que tenía previsto cerrar 100 centrales de carbón para esa fecha.
El ministro de Economía, Comercio e Industria, Hiroshi Kajiyama, declaró el viernes que había pedido a sus servicios elaborar propuestas para «detener las centrales de carbón ineficaces y hacer de las energías renovables una importante fuente de electricidad».
Entre las opciones que se estudian figura el endurecimiento de las normas, lo que llevaría a cerrar las centrales de carbón más vetustas de aquí a 2030, agregó.
El ministro no quiso, sin embargo, dar un objetivo concreto.
El diario Yomiuri Shimbun afirmó el jueves que el gobierno preveía, antes del 2030, cerrar 100 de las 114 centrales de carbón del país construidas a principios de los años 1990, que son, de hecho, las más contaminantes.
En total, hay 140 centrales de carbón en actividad en el archipiélago, que genera cerca de un tercio de la electricidad del país. Unas 10 más están en proyecto de construcción.
El carbón es la segunda mayor fuente de producción de electricidad en Japón, después de gas licuado natural (GNL), que genera el 38% de su electricidad.
ICA