Ante la crisis por la pandemia mundial de Covid-19, millones de pacientes y médicos esperan impacientes un medicamento o una vacuna que ayude a combatir la enfermedad.
Es por eso que organizaciones criminales han aprovechado la desesperación que se ha desatado y han logrado infiltrar en las redes de distribución productos fraudulentos y están listos para falsificar cualquier vacuna.
Este miércoles, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), han advertido de dicha amenaza, esto al presentar los resultados de una investigación sobre el creciente negocio ilegal con fármacos y productos sanitarios falsificados que se viene observando desde el inicio de la pandemia.
“La salud y la vida corren peligro, ya que los delincuentes se aprovechan de la crisis del Covid-19 para sacar provecho de la ansiedad pública y del aumento de la demanda de medicamentos”, Señala en un comunicado la directora ejecutiva de la ONUDD, Ghada Waly.
Aunque hasta el momento no hay un fármaco que se haya demostrado eficaz para prevenir o curar el Covid-19, el florecimiento del tráfico ilícito de supuestos productos “mágicos” contra la enfermedad no ha sido obstaculizado.
Desde termómetros que no detectan la fiebre, cubrebocas y trajes de protección deficientes, ciberataques a hospitales, robos de datos, grandes cantidades de productos de salud que nunca llegan a los Gobiernos que los compran: son solo algunos de los resultados del negocio con el que delincuentes ya ganan millones lucrando con la salud.
Así es como el Coronavirus “ha puesto de relieve las deficiencias de los marcos normativos y jurídicos para prevenir la fabricación y el tráfico de esos productos” indica la ONUDD en su informe.
Además, se adaptan rápidamente a la evolución de la pandemia y a las oportunidades derivadas de ” las vulnerabilidades” y deficiencias de los sus temas de salud para afrontar la expansión del SARS-COV-2.
Explotación de las necesidades
El informe, elaborado en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), recuerda que la demanda de material para prevenir los contagios por Coronavirus, en especial cubrebocas y equipos de protección para personal sanitario, (PPE, en inglés), “superó repentinamente el suministro”.
y ese “repentino aumento de la demanda de productos médicos para hacer frente a la pandemia ha dado lugar a una expansión del tráfico de productos de calidad inferior y falsificados”, subraya la ONUDD.
Según el estudio, titulado “El tráfico de productos médicos relacionado con el Covid-19 como amenaza para la salud pública”, los delincuentes aprovechan las lagunas en la reglamentación y la supervisión “.
Cualquier país está en riesgo
Ningún país está libre de la amenaza de estos delitos que ya mueven muchos millones de dólares y pueden causar graves daños, sin descartarse la muerte, a los pacientes.
A modo de ejemplo, el informe recuerda cómo fueron engañadas las autoridades sanitarias alemanas al adquirir cubrebocas por valor de 15 millones de euros a través de un sitio web clonado de una empresa aparentemente legítima de España.
En Argentina, por su parte, se investiga un caso de fabricación ilegal de alcohol en gel y cubrebocas, destaca la investigación.
Vacuna falsa
Los investigadores no dejan lugar a la duda: las ocasiones para estos negocios fraudulentos “continuarán siendo explotadas mientras la pandemia siga causando trastornos y caos”, pues son “muchas las razones para esperar que esta tendencia continúe”, advierten.
El riesgo será mayor en cuanto se haga público el desarrollo de una vacuna o un medicamento eficaz contra el coronavirus, ya que, nuevamente, la demanda superará con creces a la oferta disponible durante cierto tiempo.
Según la ONUDD, esta perspectiva es preocupante, pues “aumentará la amenaza a la salud individual y pública”, y supone además un desafío importante para los sistemas de justicia penal.
Únicamente un enfoque de cooperación internacional “permitirá dar respuestas eficaces” a esta amenaza “que afecta a las personas y a la salud pública”, concluye el informe.