Durante la supervisión a las obras de ampliación de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” de la Ciudad de México (AICM), el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, señaló que los trabajos, en los que se han invertido 497 millones de pesos, tienen un avance del 98%.
Dijo que se respetó el precio original del contrato y que algunos incrementos se debieron a trabajos realizados para cambiar los trazos en un kilómetro de fibra óptica y en un ducto de turbosina.
Aún en las actuales condiciones sanitarias, la obra no se detuvo, duró siete meses y medio y generó más de 3 mil empleos.
Acompañado por el subsecretario de Transporte, Carlos Morán Moguel, el titular de la SCT destacó que en unos días más las aerolíneas mexicanas iniciarán operaciones en el área que se amplió, y que los trabajos serán de gran beneficio para los usuarios y las compañías aéreas.
Jiménez Espriú afirmó que para el hundimiento de la Terminal 2, se estudian diferentes alternativas. El AICM, con dos terminales y el “Dedo L”, brindará ahora un servicio adecuado y cómodo para los viajeros.
Por su parte, el subsecretario de Transporte, Carlos Morán Moguel, subrayó que las labores complementarias se llevaron a cabo sin contratiempos y que eran indispensables, debido a las condiciones en las que se encontró el aeropuerto, dado que no se le hizo mantenimiento ni rehabilitaciones durante la pasada administración.
Dijo que, con la ampliación, que cuenta con siete nuevas posiciones de contacto, se reducirá en un 65 por ciento las operaciones de los aerocares (que se encargan de llevar y traer a los pasajeros desde y hacia el edificio terminal).
El Dedo L beneficiará, de manera directa, a 4.2 millones de pasajeros al año. Además, se mejorará la puntualidad en las salidas y llegadas y las aerolíneas tendrán mayor disponibilidad de horas efectivas de vuelo.
La obra cuenta con: Planta Baja, Nivel Principal y Mezzanine, y se ubica en la zona suroeste del AICM, atrás de las vías del Aerotrén, a la altura de la avenida Hangares.
El subsecretario Morán explicó que se ha trabajado en áreas prioritarias para la seguridad de las operaciones aéreas, como el sistema de drenaje, las pistas y las calles de rodaje. Como ejemplo, citó la calle de rodaje Bravo, en la que se realizó una excavación de más de un kilómetro.
También se atendió este año la Pista 5 Derecha 23 Izquierda, que es por la que despegan los aviones más pesados. Además de que se modernizaron y ampliaron, con equipo de última generación, en un 50 por ciento los filtros de ingreso; se cambiaron plafones, pisos dañados y se rehabilitaron las subestaciones eléctricas que provocaban interrupciones en el servicio, lo cual en un aeropuerto es inadmisible.
Se mejoraron 50 baños y se trabaja en 50 más.
Morán Moguel enfatizó que el Dedo L cuenta con ocho mil 760 metros cuadrados de construcción, sostenidos por 314 pilotes anclados a 30 metros de profundidad.
En la supervisión estuvieron presentes, además, los directores generales del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, Gerardo Ferrando Bravo, y del AICM, Jesús Rosano García, así como representantes del consorcio SACYR-EPPCOR, que construyó el Dedo L.
TFA