La semana que concluye ha sido redituable para el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Primero, porque los malos augurios de su encuentro con Donald Trump no se cumplieron.

Muchos deseaban que en la reunión en la Casa Blanca se hablara -en público- de temas como migración, tráfico de armas, seguridad y los insultos proferidos en la campaña presidencial del 2016. Quizá esos temas se tocaron en el uno a uno entre los presidentes.

Algo que se logró por el excelente trabajo diplomático entre la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Departamento de Estado (Marcelo Ebrard y Mike Pompeo) fue que el discurso del presidente Trump cambió en sus calificativos hacia los mexicanos que viven allá.

El presidente López Obrador tomó el riesgo en ir al campo minado y no estalló ningún explosivo. Ése es, quizá, el mejor logro de la semana: salir indemne en territorio comanche.

El segundo hit de la semana es la detención con fines de extradición de César Duarte, el ex gobernador de Chihuahua acusado de desvío de recursos federales a campañas del PRI.

La Operación Safiro, en la que se habrían desviado 650 millones de pesos a las campañas del PRI en 2016, es una de las cuentas pendientes en la lucha contra la corrupción en México.

Algunas versiones periodísticas indican que la Secretaria de Hacienda -Luis Videgaray- y el PRI -presuntamente Manlio Fabio Beltrones- habían utilizado recursos para usarlo con fines electorales por medio de empresas fantasma.

El dinero se habría distribuido, según una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción, entre Chihuahua, 246 millones de pesos; Durango, 230 millones 400 mil pesos; Sonora, 140 millones 591 mil 669 pesos; el Congreso de Morelos, 16 millones 404 mil 800 pesos; Colima, 15 millones 142 mil 316 pesos; Estado de México, 488 mil 900 pesos; y la delegación Milpa Alta de la Ciudad de México, con 300 mil pesos.

La captura de Duarte es un duro golpe al Nuevo PRI del que se sentía orgulloso Enrique Peña Nieto y es, en la agenda anticorrupción del presidente López Obrador, un paso más para sanear la vida pública de México.

La Letrina.  El grupo contrario a Beltrones (Videgaray, Osorio Chong, Castillejos) siempre se ufanaron de que el sonorense no tenía el control de los recursos financieros del PRI. Su hombre, el que llevaba las finanzas en el PRI de Beltrones era Luis Vega. Hay quienes nos aseguran que hoy, tras bambalinas, Luis Vega maneja los recursos en el PRI de Alejandro Alito Moreno. ¿Seguirán burlándose hoy los anti beltronistas de cómo tenía casi en la inopia al CEN del sonorense?

 

                                                                                                                                                     @Fercoca