Francia celebró este martes la fiesta nacional del 14 de julio en versión Covid-19, con un inédito minidesfile militar en París en el que rindió homenaje a la movilización de sus fuerzas armadas y el personal sanitario ante la pandemia.

Después el presidente Emmanuel Macron presentó varias orientaciones económicas y medidas para superar la crisis generada por la pandemia  y defendió el uso obligatorio de la mascarilla en el país en lugares públicos cerrados.

“Deseo que la mascarilla sea obligatoria en todos los lugares públicos cerrados”, declaró Macron en una entrevista televisada, mencionando la fecha del 1º de agosto para la aplicación de esta medida.

“Salimos de un primer pico (de la pandemia) (…) todo el país se movilizó y tenemos los resultados, ya que conseguimos frenar el virus y recuperar una vida casi normal”, explicó el mandatario.

Pero, actualmente “hay indicios (de que) esto se vuelve a acelerar, tenemos señales que se recomienza un poco”, advirtió. “La mejor prevención son los gestos barrera”.

Para atajar el impacto económico, Macron prometió un “plan de recuperación masivo”, a nivel “industrial, ecológico, local, cultural y educativo” de al menos 100 mil  millones de euros (unos 113 mil millones de dólares).

Invitados especiales en las gradas 

Por la mañana, el minidesfile alrededor de la plaza de la Concordia reunió, bajo un cielo nublado, a solamente 2 mil militares, menos de la mitad que para el habitual descenso de los Campos Elíseos.

En el cuadro final, el personal sanitario, vestido con batas blancas, se unió a las filas de los militares mientras se desplegaba una inmensa bandera azul blanca y roja y sonaba el himno nacional, la Marsellesa.

Debido al riesgo sanitario el desfile se redujo y se realizó sin público, pero se mantuvo el paso de uniudades aéreas abierto por el emblemático penacho de humo tricolor de la escuadrilla acrobática de la Patrulla de Francia, que embarcó a tres representantes del personal sanitario a bordo de sus Alphajets.

En las gradas se reunieron 2 mil 500 invitados, entre ellos mil 400 franceses que vivieron la epidemia en primera línea: personal sanitario, familiares de personal sanitario fallecido, profesores, cajeros, agentes funerarios, policías, gendarmes, bomberos, y asalariados de fábricas de máscaras

Cuatro países europeos –Alemania, Suiza, Austria y Luxemburgo– estaban simbólicamente representados, para darles las gracias por haber atendido en sus hospitales a 161 pacientes franceses.

También asistió el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

La noche del 14 de julio se anuncia inédita, ya que la mayoría de las ciudades han cancelado los bailes los populares y los fuegos artificiales, mientras París mantiene el espectáculo pirotécnico pero sin público y solamente para la trasmisión televisiva.

 

ICA