Un ‘hacker‘ o experto en comunicaciones inhalámbricas localizó el vehículo del profesor jubilado, José Trinidad Portillo, quien se encuentra desaparecido en la región de la Mixteca oaxaqueña, lo cual llevó también a la detención de una persona que presuntamente tenía la unidad de motor.
La esposa relató que desde el momento en que desapareció su esposo, el 11 de julio alrededor de las 15:00 horas en Putla, lo empezó a buscar, que primero acudió con las policías Municipal y Estatal, en donde entregó todo lo que ellos le pidieron para ayudar en la localización.
Agregó que el 12 de julio presentó la denuncia en Putla, y al día siguiente le dieron la alerta que emitió la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas (DNOL) de la Fiscalía General.
El profesor jubilado, al momento de su desaparición, vestía un pantalón azul de mezclilla, playera blanca y zapatos negros. Es de tez morena, de 67 años de edad.
Señaló que fue el lunes cuando localizaron el vehículo, en la localidad de La Guadalupe, Barrio Los Pobres, del municipio de San Pedro Amuzgos.
Reveló que como familia consiguieron un hacker, quien les hizo la localización del teléfono celular del desaparecido, y de inmediato se trasladaron al lugar, en donde estaba el automóvil y una persona del sexo masculino.
“Conforme a esa ubicación se fue mi hijo y el comandante de Amuzgos, con el apoyo de los elementos de la Policía Estatal y Guardia Nacional”, dio a conocer.
Tras saber de la localización del vehículo, se plantaron taxistas del sitio Putla Villa y familiares del docente jubilado, en las oficinas de la Fiscalía local de Putla.
“Yo sólo vine a preguntar a la fiscalía porque mi hija me mandó un mensaje de que se habían traído a una persona detenida. Cuando llegué me dijeron que no, que estaba en calidad de testigo, yo no sé cuál sea la diferencia”, declaró la esposa.
Recalcó que el personal de la Fiscalía le reclamó del por qué de la manifestación, pero ella respondió que de alguna manera se tenían que expresar para exigir avances en la investigación y la localización de su esposo.
“Porque soy muy clara, yo no quiero que suelten a este señor hasta que nos diga dónde está mi esposo, porque él tenía el carro”, exigió.
Aseguró que incluso hasta la tarjeta de su esposo la tenía en su bolsa la mujer que acompañaba al hombre, sin embargo, desconfió de que fuera sólo un testigo, cuando tenían las pertenencias de su esposo.
“Lo que no entiendo es que, si yo vengo a declarar, puede entrar otra persona conmigo. Aquí están dos personas con el hombre que está declarando, una mujer y un hombre. La señora entra y sale, como si fuera el patio de su casa, mientras a mí me dijeron que esperara afuera”, manifestó.
DAMG