Un hombre perdió la mitad de su dedo índice de la mano derecha, mientras lavaba camarones que había comprado en un mercado en Singapur.
El sujeto no le dio importancia cuando se pinchó el dedo con el caparazón de un camarón, llamado “gambas”, sin embargo, al día siguiente comenzó a padecer fiebre y el dedo estaba inflamado y oscurecido y al ir al médico se le diagnosticó fascitis necrosante.
Ese mismo día, los médicos tuvieron que amputarle parte del dedo; posteriormente, pasó dos días hospitalizado en cuidados intensivos.
Los expertos le comentaron que de haber esperado al ingresar al hospital podría haber perdido la mano entera o incluso, pudo correr el riesgo de haber muerto.
La fascitis necrosante es una conocida infección bacteriana que se propaga con mucha rapidez y llega a causar estreptococos del grupo A.
Detallaron que ésta bacteria “comerciaren” llega a los tejidos y los mata, provocando graves complicaciones que incluso, pueden llegar a desembocar en septicemia, choque e insuficiencia orgánica.
Con información de RT.