Entre protestas de familiares de desaparecidos en Jalisco, el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró un cuartel de la Guardia Nacional en Zapopan, donde señaló que la Federación seguirá apoyando a estados y municipios en el combate al crimen.
“Quiero que se escuche bien y se escuche lejos. No vamos a negociar con la delincuencia. Vamos a actuar con estricto apego a la ley”.
El mandatario consideró que en anteriores Gobiernos no había frontera entre el crimen y las autoridades, por lo que el cabo en la estrategia de seguridad ha generado amenazas contra altos funcionarios; pese a ello, “vamos a seguir combatiendo a la delincuencia y no vamos a dejarnos intimidar”.
Ante las amenazas recibidas en contra del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro por parte del crimen organizado, el mandatario le dijo “no está solo, cuenta con el apoyo del Gobierno federal. Estamos juntos para enfrentar el desafío de la delincuencia”.
Por su parte, el gobernador de Jalisco dijo que es una “una extraordinaria señal su presencia en momentos difíciles porque el mensaje que se manda es claro y contundente: hay unidad con nuestro Presidente y compartimos la necesidad de cerrar filas por el bien del país”.
Tanto al llegar como al salir del nuevo cuartel de la Guardia Nacional, la comitiva presidencial enfrentó protesta de los familiares de desaparecidos que trataron de impedir su paso, así como de si simpatizantes.
Por otra parte, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, señaló que pronto se cumplirán “las metas que hemos ofrecido a los mexicanos, que es regresar la paz y tranquilidad pérdidas”.
TFA