José Ureña

En teoría será por lo menos la mitad.

Pero no, mucho más.

Gran parte del territorio nacional, lo cual involucra a más de 20 entidades federativas, regresarán la semana próxima a semáforo rojo.

Trataré de resumir la información por regiones.

Regresan al máximo riesgo las zonas centro -excepto la Ciudad y el estado de México-, el Golfo de México, el sur, el sureste y la Península de Yucatán.

La causa es obvia:

No hay contención de la pandemia porque, a falta de estrategia y guía científica, no cede ante los discursos optimistas del Gobierno y a los titubeos del subsecretario Hugo López-Gatell.

Y, paradoja de sus paradojas, corresponderá a ese funcionario hacer el anuncio este viernes desde Chiapas… pero en semáforo naranja.

Falta ver cuál es el resultado final del cruce de datos de último momento entre autoridades sanitarias federales y estatales.

Pero el resultado vertido ayer en la reunión virtual de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) no mueve al optimismo.

PRUEBAS vs DISCURSOS

Vea usted:

En Hidalgo las autoridades se disponían a bajar a naranja el semáforo para el lunes próximo, pero no podrán hacerlo.

Esto, naturalmente, enojó al gobernador Omar Fayad, porque van semanas de capacitación y a su juicio generará desconfianza.

También provocará confusiones con la población del altiplano, pues previsiblemente la Ciudad y el estado de México estarán en naranja.

Tres entidades conurbadas con calificación cruzada.

Pero hay una razón: tanto Claudia Sheinbaum como Alfredo del Mazo han incrementado la aplicación de pruebas y esto les ha permitido dirigir mejor su estrategia.

O sea, ellos no están tan lejanos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como Hugo López-Gatell y el Presidente y asumen su consejo:

-¡Tests!… ¡Tests!… ¡Tests!

Cuando se escucha el diagnóstico del país dan ganas de recuperar la recomendación de Luis Miguel Anzures, presidente del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP):

-En lugar de narrativa de justificación (…) deje la ciencia a los científicos y la política a los políticos.

GOBIERNO SIN CRÍTICAS

1.- La consigna es cerrar el espacio a las voces disidentes.

Y para eso están los testaferros del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Vea usted este ejemplo:

Apenas cambió dirigente la Conago, los seis gobernadores de ese partido pidieron cita con el nuevo presidente, Juan Manuel Carreras, para expresar inquietudes.

Le adelanto la principal: quieren cambiar lineamientos en la conducción de la Conferencia a fin de impedir la llegada sucesiva de disidentes.

Son seis y demandan la posición.

El objetivo evidente es el michoacano Silvano Aureoles, quien será presidente luego del potosino Carreras y la sonorense Claudia Pavlovich.

Es el mandatario más crítico del Presidente y no lo quieren con la representación de las 32 entidades.

Y 2.- Mala suerte de Carlos Joaquín.

El gobernador de Quintana Roo ha sido el más enérgico para mantener a la población en casa, entregar apoyos a más de un millón de personas y firmar acuerdos para reactivar el turismo.

Pero resultó positivo de coronavirus junto con diez de sus colaboradores y, en adición, está a punto de ver el norte del estado otra vez en rojo.

Un golpe terrible para Cancún y la Riviera Maya.

LEG

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