“Le roban a Napo dos millones de pesos”. Así daba a conocer la prensa que un trabajador del Sindicato Minero fue asaltado y despojado de dos millones de pesos, dinero que sería entregado en efectivo al senador Napoleón Gómez Urrutia; decían que era para el pago de la nómina de la organización sindical, pero como siempre, todo lo que tiene que ver con dinero y con Napo trae consigo infinidad de dudas, incongruencias y sospechas.
De entrada, el dinero era en efectivo y era para los trabajadores, siendo así, por qué lo debían entregar al senador de Morena cuando él no es el contador del sindicato ni el administrador de la nómina, vaya, ni siquiera tiene trato con los compañeros. ¿Por qué a él?, ¿por qué en efectivo?, ¿por qué en sus manos?, ¿de qué manera él entregaría los recursos a los trabajadores?
Se trata de dos millones de pesos en billetes. Napo se desvive presumiendo títulos académicos y conocimiento en aulas en el extranjero, pero al parecer de nada le han servido, ya que demostró que casualmente desconoce las transferencias electrónicas, que, por cierto, son mucho más seguras y no hay necesidad de cargar tal cantidad de efectivo, claro, apegándonos a la versión de que esos recursos realmente serían ocupados para el supuesto pago de nómina.
Como legisladores tenemos la obligación de conocer el contexto nacional, de convivir con los trabajadores, de conocer la opinión de la sociedad y de estar enterados de los índices delictivos que acechan al país. ¿Cómo es posible que Napo mande solo al colaborador a retirar tal cantidad de dinero?
Todos hemos sido testigos del excesivo operativo que se monta cuando Gómez Urrutia ofrece una conferencia o participa en algún foro, un grupo no menor de 40 mineros lo escoltan y lo resguardan. ¿Por qué entonces mandar a un solo trabajador a retirar tanto dinero en efectivo en completa desprotección? ¿Por qué no mandar un escuadrón para resguardarlo como lo hacen con él? ¿Será que para Napo dos millones de pesos no son nada, o bien porque la vida de los mineros lo tienen sin cuidado?
Son dos millones de pesos para el pago de nómina y aún no se aclara si se trata de la nómina nacional o solo del Comité Nacional. En los años que lleva al frente de la organización minera, Napo no se ha caracterizado por pagar los mejores salarios, de hecho, a principios del año denunciamos que el senador había cancelado el pago de horas extras y de otras consideraciones al personal administrativo, en apego a la llamada Austeridad Republicana.
En México, el promedio salarial mensual es de siete mil pesos, es decir, esos dos millones de pesos alcanzarían para pagar a 285 trabajadores, o bien 10 mil pesos a 200 trabajadores, o 15 mil pesos a 133 colaboradores, pero en verdad, ¿el Sindicato Minero es un gran empleador? Es decir, ¿goza de tal número de operativos?, ¿o estaríamos hablando de trabajadores subcontratados, esos que tanto y tanto señala el senador de Morena?
Habrá que seguir la investigación, ubicar si realmente fueron dos millones de pesos o quizá fue más, o tal vez menos.
Hemos consignado en repetidas ocasiones el extraño uso de recursos del sindicato, la poca claridad en el manejo de efectivo desde que el senador morenista vivía prófugo de la justicia en Canadá y recibía semanalmente varios miles de dólares en efectivo provenientes de las cuotas sindicales, el uso de grandes cantidades en efectivo sin duda es una práctica recurrente del senador de la 4T.
@CarlosPavonC