Daniela, enfermera de un centro de salud privado denunció la muerte de sus mascotas por consumir carne con vidrios.
La enfermera asegura que durante su vida ha ayudado a sus vecinos cuando estos necesitaban algo, sin embargo, al inicio de la cuarentena en marzo fue cuando ‘envenenaron’ a un perro y un gato lanzando la comida al patio, dado que sus mascotas permanecían en casa y nunca salían a la calle.
Su hijo fue quien la alertó sobre la situación con ambos animales; la perra ‘Gavita’ de 16 años falleció en casa, pero el gato todavía sobrevivió día y medio en el veterinario: “le destrozaron los intestinos”. Sólo sobrevivió ‘Junior’ porque al ser un animal anciano no salía al patio.
aarl