Estados Unidos registró nuevamente el triste hito de superar las 1.000 muertes por Covid-19 en un día, mientras las infecciones y hospitalizaciones están aumentando en muchos estados, lo que ha obligado al presidente Donald Trump a reconocer que la crisis podría empeorar.
Más de 142.000 personas han muerto en el país debido a la enfermedad causada por el coronavirus, una cifra que expertos en salud pública dicen que posiblemente aumentará en varios estados. Florida, Texas, Georgia y California entre los cerca de 40 estados que están registrando más casos.
Florida reportó 9.785 nuevos casos y 140 nuevas muertes el miércoles, mientras que los pacientes con COVID-19 actualmente hospitalizados tocaron un récord de 9.530. Alabama reportó un récord de 61 muertes el miércoles, un día después de que registró un máximo de hospitalizaciones.
A nivel nacional, las muertes por coronavirus aumentaron en 1.141 el martes, según un recuento de Reuters. Fue la primera vez desde el 10 de junio que el total superó las 1.000 muertes.
Diecinueve estados han reportado cifras récord de pacientes hospitalizados con Covid-19 en lo que va de julio. Treinta y dos estados han reportado aumentos récord de casos en julio y 16 estados han reportado incrementos récord de muertes durante el mes.
El Gobierno de Estados Unidos aseguró 100 millones de dosis de vacunas, informó el miércoles el secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Alex Azar.
El gobierno pagará 1.950 millones de dólares para comprar dosis de la candidata a vacuna contra el COVID-19 de Pfizer Inc y la firma de biotecnología alemana BioNTech SE si pueden desarrollarla con éxito, dijeron las compañías.
Pfizer dijo que no recibiría dinero del gobierno a menos que la vacuna se considere segura y efectiva y se pueda producir con éxito.
Trump, quien previamente restó importancia a la extensión de la crisis de salud y a la importancia de las mascarillas, cambió su tono el martes y alentó a los estadounidenses a usarlas si no pueden mantener la distancia social.
El presidente republicano también comentó que la propagación del virus “probablemente y desafortunadamente, va empeorar antes de mejorar, algo que no me gusta decir pero es así”.
El uso obligatorio de mascarillas, que autoridades de salud dicen que pueden desacelerar la propagación del virus, es un tema con tintes políticos entre los estadounidenses, debido a que muchos conservadores se quejan de que tales normas violan sus derechos constitucionales.