Hoy se cumplen 36 años de que Independiente eliminó al Gremio en la final de la Libertadores de 1984, con lo que obtuvo su séptima copa que lo coloca hasta la fecha como el club más copado de América.
En los últimos años Boca y River se han encargado de mantener una lucha por la supremacía del continente americano, pues han sido los grandes protagonistas de la Copa Libertadores y quienes más veces la han conquistado en el siglo XXI, sin embargo, existe un equipo que se mantiene por encima de ellos: Independiente.
El Rojo no ha gozado de grandes logros a nivel internacional en los últimos tiempos, de hecho, en la memoria colectiva casi nadie lo tiene como un club de prosapia fuera de Argentina, pero hace varios años la historia era muy distinta.
En la década del 60, cuando comenzó el camino de la Libertadores, el Rojo alzó sus primeras dos copas y después vivió su momento apoteósico en los 70, al conseguir cuatro copas en fila (1972-1975).
Cuando parecía que los Diablos no volverían a ser monarcas continentales, llegaron los 80 y el mágico año del 84.
En aquella temporada, Independiente se proclamó campeón de la Libertadores al vencer al Gremio en la final con un gol de Burruchaga en el partido de ida en Brasil y en la vuelta un empate sin goles le dio al Rojo su séptima corona.
Esta última hazaña le ha servido al cuadro de Avellaneda para mantenerse en lo más alto de la constelación de campeones de América, ya que ningún otro club lo ha podido igualar.
SABÍAS QUE
Jorge Burruchaga, autor del gol en la final ante el Gremio y con el que Independiente se proclamó campeón de América por séptima ocasión, también fue el autor del gol con el que Argentina ganó la Copa del Mundo en México 86.
Ricardo Bochini, la gran estrella de Independiente en aquellos años y en la historia del club, fue quien le dio la asistencia a Burruchaga para el gol ante el Gremio. También fue campeón del mundo con Argentina en 1986, pero solo jugó seis minutos en todo el Mundial. Algo insólito.
DAMG