Integridad e integralidad son características indispensables de aquellas personas que son parte de equipos de Gobierno sujetos a una disciplina de trabajo sistemática y puestos a prueba en circunstancias extraordinarias, especialmente por la convergencia de problemas sanitarios o de seguridad.
A partir de sus propias exigencias y valores internos, y desde luego en relación con los que busca promover en el resto de la sociedad, los equipos de Gobierno son parte de un constante esquema de reajuste en el cual la valoración de sus perfiles y virtudes es la medida de todos los días.
Cuando existen en suficiencia o en abundancia, esas figuras se generan oportunidades que pueden fortalecer simultáneamente aspiraciones, trayectorias y compromisos.
Eso ocurrió con Rosa Icela Rodríguez al ser promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador al encargo de coordinadora General de Puertos y Marina Mercante, y con José Alfonso Suárez del Real, quien fue invitado por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, a ocupar la Secretaría de Gobierno de la capital nacional.
La capacidad de reunir compromiso, eficiencia y versatilidad, lo que aquí propongo llamar integralidad de su servicio, explica las dos promociones y alerta sobre las dificultades de seguridad en lo nacional y de coordinación en lo local que deberán ser atendidas con la urgencia, siempre, “desde ayer”.
Suárez del Real es un destacado político y servidor público, además de periodista (Premio Nacional de Periodismo 2015 y 2017, Premio José Pagés Llergo 2016). Al frente de la Secretaría de Cultura ratificó las opiniones en su derredor como hombre de avanzada, conciliación, compromiso y de trabajo.
Como diputado federal en la LX Legislatura y diputado local en la VII Legislatura, fue un organizador y promotor de la defensa fundamental en los derechos culturales de la capital. Para retomar las palabras de Sheinbaum: “No es sólo un erudito de la cultura de la ciudad, tiene grandes conocimientos de la política”. Varios funcionarios locales y nacionales aplaudieron su arribo a la segunda posición en importancia del gabinete.
Ha promovido reformas para fortalecer la cultura como base de los Derechos Humanos y, como secretario, respaldó los programas a favor de la ciudadanía —un aliado incondicional del Consejo Ciudadano que presido— y los artistas.
A la historia de la ciudad, la de ayer y la que hoy se escribe, le es indispensable la sostenida provisión de políticos conscientes de la renovación de paradigmas que está en puerta en una nueva realidad cuya esencia y contornos apenas se insinúan.
Hombre cultivado como es, Suárez del Real comprende que los retos de la pospandemia suponen habilidades complejas, análisis, respeto por la inteligencia y la expectativa de los habitantes de la capital y ser capaces de insertarse en las estrategias.
A los empresarios, a los actores de la sociedad civil, a los observadores, nos queda construir de forma conjunta este nuevo tramo de la incertidumbre del contexto y de la certeza de su integridad.
@guerrerochipres