Un anillo de silicona que se inserta en la vagina y que se libera poco a poco un antiviral es la primera novedad en la prevención de VIH destinada específicamente a mujeres.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha dado una opinión positiva al dispositivo, destinado sobre todo a mujeres de países donde aún no hay acceso a los tratamiento antivirales y en los que la negociación del preservativo dentro de la pareja no siempre es fácil, ya que puede enfrentarse a rechazos culturales, como sucede en África Subsaharia, apunta la IPM (Asociación Internacional para Microbicidas, en sus siglas en inglés).
El anillo libera un antiviral, la dapivirina, durante el lapso de un mes, y su objetivo es utilizarlo donde el método de prevención más eficaz, la profilaxis preexposición (una pastilla que se toma antes de tener relaciones sexuales sin protección), no se encuentra disponible.
Teniendo en cuenta que la medicación se reparte en países ricos, todavía, al rededor del 30% de las personas con VIH no reciben medicación, según datos de la agencia estadounidense para esta infección.
En el mundo, Onusida calcula que hay unos 38 millones de personas viviendo con VIH, de las que más de cinco millones están en África y casi seis millones en Asia. En el África subsahariana, el 60% se da en mujeres, según Onusida.
Como es habitual, dicho dispositivo no es garantía de una protección total, y la idea es que este se combine con otros métodos disponibles. Pero los estudios con 4 mil 500 mujeres mayores de 18 años en Malsui, Sudáfrica, Uganda y Zimbabue han arrojado tasas de prevención entre 27% y 50%.
“Onusida acoge con beneplácito los progresos realizados para que el anillo de dapivirina esté disponible para las mujeres de África Subsahariana, donde alrededor de 4 mil 500 niñas adolescentes y mujeres jóvenes contraen el VIH cada semana”, declaró Winnie Byanyima, directora ejecutiva de la agencia de la ONU. “Se necesita una inversión continua en investigación a fin de colmar el vacío existente en la prevención del VIH para las mujeres y ofrecerles las opciones que necesitan para protegerse del VIH”.
La idea de obtener productos específicos para mujeres está vigente desde el principio de la pandemia del sida, pero los esfuerzos se han centrado en los medicamentos y en las vacunas.
El visto bueno de la EMA es importante para que los países más afectados por el VIH femenino se encaminen al uso del dispositivo. Muchos no tienen la capacidad para hacer pruebas o evaluar el producto, por lo que el aval europeo es una referencia para ellos.
Actualmente, ya s está estudiando la fabricación de un dispositivo que dure tres meses, y su uso combinado para que sea anticonceptivo y proteja del VIH a la vez.
con información de medios
EFVE