Foto: AFP La idea no es en absoluto hacer un champiñón excepcional (...) sino un producto que tenga sentido, que sea local y sustentable. Hay que convencer a nuestros clientes de que existe este valor añadido, explica el cofundador de 36 años  

El café no sirve solamente para despertar. En Bruselas, una joven empresa, erigida en modelo de economía circular, lo recicla para cultivar en plena ciudad pleurotus, champiñones comestibles 100% sustentable.

Para la firma Perma Fungi la aventura comenzó en Tailandia en 2013, cuando un belga que hacía turismo en bicicleta descubrió una granja que cultivaba champiñones con este residuo, conocido por los amantes de la jardinería por sus virtudes nutritivas.

Al volver a Bruselas, propone la idea, pues hay miles de toneladas de este residuo generado cada año por los cafés y restaurantes de la ciudad que pueden acabar en los cubos de basura.

Hoy, seis años después de su creación bajo forma de cooperativa en 2014, la start-up produce por mes una tonelada de pleurotus, aunque tiene dificultades para ser rentable, admite Julien Jacquet, uno de sus cofundadores.

La idea no es en absoluto hacer un champiñón excepcional (…) sino un producto que tenga sentido, que sea local y sustentable. Hay que convencer a nuestros clientes de que existe este valor añadido, explica el cofundador de 36 años.

REPARTIDORES ECO FRIENDLY

Concretamente la firma se ha asociado con dos cadenas de restauración, Exki y Le Pain quotidien, para recolectar cada mañana, a menudo en bicicleta, los residuos de café bio que serán el nutrimento de base del futuro champiñón.

Un componente natural, el micelio -considerado como la raíz del champiñón- es introducido en una mezcla de residuo de café y de paja, colocada en una bolsa de plástico en forma de morcilla. El componente va a generar la fructificación, la etapa
final del proceso. En las cámaras frías dotadas de vaporizadores de agua, el champiñón es recolectado a los 15 días en las paredes de estas bolsas suspendidas verticalmente. Previamente la bolsa ha sido agujereada con un cuchillo, para ayudar al pleurotus a respirar al exterior.

Perma Fungi instaló su champiñonera de mil m2 en un histórico lugar del corazón de Bruselas, el antiguo depósito de las Aduanas belgas, llamado hoy Tour et Taxis.

PRODUCCIÓN SUSTENTABLE

Producir en sótanos permite usar el calor residual del edificio lo que reduce la energía consumida, asegura Malika Hamza, experta en alimentación duradera. Al final de la cadena, el residuo de la fructificación es usado como compost, o para
fabricar pantallas de lámparas biodegradables comercializadas por la sociedad.

Julien Jacquet se vanagloria de haber formado a un centenar de empresarios y que sus conocimientos en la materia hayan sido duplicados en otros lugares de Francia, Quebec o incluso Nueva Caledonia.

Se han imaginado asimismo kits de champiñones para alentar a los particulares a cultivarlos a pequeña escala en sus propias casas.

CREA TU HUERTO CON “TIERRA” DE CAFÉ

El kilo de pleurotus es vendido a 15 euros, alrededor de 400 pesos mexicanos, con estos tips puedes cosechar el tuyo y gratis.

Materiales:
● Un envase de un galón vacío
● Cartón corrugado
● Esporas de hongos comestibles
● alcohol etílico al 70%
● café usado, recoléctalo durante un mes.
● Una bolsa negra

Pasos

1. Corta la parte de la boquilla y un poco más abajo para que te quede un cubo de
plástico hecho con el galón.
2. Con ayuda de un paño limpia muy bien el interior de nuestra “maceta”. Esto va a
prevenir que otras bacterias se reproduzcan con nuestros hongos.
3. El cartón va a guardar la humedad; mójalo y pon una primera capa en el
recipiente, luego una de café y esporas hasta llegar 4 cm antes del tope.
4. Vamos a meter el molde dentro de la bolsa negra porque los hongos crecen
mejor en un ambiente oscuro, además, guardará la humedad.
5. Riega dos veces al día para que el café se mantenga húmedo, no se trata de
ahogar la mezcla sino que no pierda humedad.

 

MGL