Para el urgenciólogo, líder del grupo Covid de Urgencias del Hospital General de Zona No. 57 del Instituto Mexicano del Seguro Social, José Luis Zacarías, combatir al virus SARS CoV2 es frustrante y cansado, pues se trata de una enfermedad sin cura y las personas llegan a atenderse en etapas muy avanzadas de la enfermedad, aunado a la falta de apoyo de las autoridades.
“Los profesionales de la salud estamos solos ante esta pandemia, porque ni las autoridades nos apoyan salvo con la presencia de la Marina y la Guardia Nacional para evitar agresiones. Yo siento que estamos peleando solos contra esto”. No obstante, reconoció que gracias a la reconversión hospitalaria no hubo un colapso en el Sistema de Salud.
El especialista en urgencias médicas quirúrgicas platicó, en entrevista con 24 HORAS, que jamás se imaginó atender una pandemia, y narró que es frustrante ver a las personas que andan en las calles sin protección o que no creen en la enfermedad y luego tenerlos que atender por su descuido, “si se contagian es porque no están siguiendo las medidas de sanidad, sana distancia, lavado de manos” y por ello hemos tenido que atender en urgencias hasta 50 personas al día.
Relató que la atención de Covid-19 ha sido estresante, por lo que en algún momento deberá tomar terapia para sacar todo lo que está viviendo. “También los médicos somos humanos, no somos superhéroes, también nos cansamos, también lloramos, también nos estresamos, estamos dando lo que podemos y el extra, pero eso no nos convierte en héroes”.
Ante ello, hizo un llamado a la población a aprender a usar el cubrebocas, a lavarse las manos frecuentemente, a no tocarse la cara, a hacer estornudo de etiqueta, “porque esto no se acaba y las medidas de higiene que podamos tener de hoy en adelante no están de más y, no sólo por el Covid si no por algunas otras enfermedades incluyendo la influenza”.
Como experiencia personal, dijo que el Covid-19 le ha mostrado que la vida es valiosa, pero en un segundo se va “y este maldito virus es lo que está haciendo es robarnos la vida de gente querida”, y narró la impotencia que siente como médico, el ver a los pacientes enfermos, graves o incluso morir solos sin la compañía de sus familiares.
LEG