Políticos de oposición coincidieron con el titular de Semarnat, Víctor Toledo, en que la Cuarta Transformación está llena de contradicciones y tiene una lucha interna por el poder; mientras que militantes de Morena reconocen momento difícil.
En Morena, no sólo no se permite disentir, “sino el que se atreva a decir algo que vaya contra lo que ellos piensan debe ser expulsado y además acribillado en redes y en medios públicos”, señaló la senadora recién integrada a la bancada panista, Lilly Téllez.
La senadora -quien hasta hace unos meses perteneciera a la bancada morenista-, recordó que fue víctima de las pugnas morenistas, pues luego de haber expresado una opinión distinta sobre el aborto, “vinieron peor que la Santa Inquisición a intentar interferir en el Senado y echarme; y por supuesto que yo no lo iba a permitir”.
Ángel Ávila, dirigente del PRD, señaló que mientras su partido ha demostrado madurez y unidad en la renovación de sus dirigentes, Morena (formado por experredistas) es quien tiene problemas internos.
En este contexto y luego de las revelaciones de Toledo, 17 senadores, 56 diputados y 6 alcaldes, reconocieron que Morena está viviendo “su mayor momento de conflicto e inmovilización”, lo que se refleja en una militancia decepcionada.
Ante ello, demandaron dejar a un lado los sectarismos y exclusiones para iniciar un proceso de reconciliación de cara al proceso electoral del próximo año y exigieron que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) actúe apegado a la ley y respete la autodeterminación de Morena para elegir a su dirigencia nacional.
LEG