El magnate de los medios de comunicación de Hong Kong, Jimmy Lai, se convirtió en el detenido de más alto perfil en virtud de la nueva ley de seguridad nacional, por sospecha de colaboración con fuerzas extranjeras, y unos 200 policías registraron las oficinas de su periódico, Apple Daily.
Lai, que nació en China continental y fue llevado de contrabando a la colonia británica de Hong Kong en un bote pesquero cuando era un niño de 12 años sin dinero, ha sido uno de los más destacados activistas por la democracia en la ciudad ahora gobernada por China, y es un acérrimo crítico de Beijing.
La detención del empresario de 71 años se produce en medio de la represión de Beijing contra la oposición prodemocrática de la ciudad, y alimenta aún más la preocupación por las libertades de prensa y de otra índole prometidas a la antigua colonia británica cuando regresó a China, en 1997.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo que estaba “profundamente preocupado” por los informes de la detención, calificándola de una prueba más de que el Partido Comunista Chino había “destruido” las libertades de Hong Kong.
Además, confirma también “los peores temores de que la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong se utilice para suprimir las opiniones críticas en favor de la democracia y para restringir la libertad de prensa”, declaró Steven Butler, coordinador del programa para Asia del Comité para la Protección de los Periodistas.
LEG