Tuvimos la oportunidad de leer un documento interesante sobre la condición futura de las tasas de interés. Fue elaborado por el Lic. Carlos Hernández García, de Masari Casa de Bolsa y lo mostramos a continuación:
La pandemia no sólo ha cambiado la vida social y económica de las personas alrededor del mundo en tan poco tiempo, sino también ha generado condiciones de mercado extraordinarias, que hace apenas un año eran prácticamente imposibles de predecir. Dicho lo anterior, hay que entender que los países (Gobierno, sociedad e instituciones) se encuentran inmersos en una continua lucha, a través de múltiples frentes que, a primera vista, podrían parecer desvinculados o independientes, pero en realidad se encuentran tan relacionados que impactan directamente en el porvenir de todos nosotros: el buen o mal manejo de la pandemia y su velocidad de propagación, el punto de inflexión hacia una recuperación económica sólida, paquetes de rescate económico, la supervivencia productiva real de la oferta y la demanda (empresas – familias), así como el apoyo monetario de los Bancos Centrales más importantes del mundo mediante inyecciones de liquidez y una política monetaria expansiva, es decir, a grandes rasgos, “la emisión de deuda con tasas de referencia en mínimos históricos”. Todo lo anterior se encuentra interaccionando de tal forma que si bien la magnitud de las perspectivas pueden resultar cambiantes, es posible que el mercado y específicamente el de la deuda, esté apuntando a una dirección: un camino prolongado hacia la recuperación con riesgos de corto plazo pero con impulso de las medidas implementadas (económicas, monetarias, sociales y políticas).
Considerando todo lo anterior y tomando como base algunos índices relevantes del mercado, como lo es el Valor Agregado de Deuda Global, ésta ha visto un incremento de 6.52% en lo que va del año, sugiriendo dos cosas: un aumento por emisión de deuda y un incremento por valuación, es decir, menores tasas. Sabiendo lo anterior, ahora vamos al plano de lo extraordinario, el Índice de Deuda Agregada Global con Tasa Negativa ha registrado un increíble aumento de 40.60% en lo que va del año. Si bien los tamaños nos son comparables, sí es relevante indicar la velocidad con la que las tasas han bajado en el mundo.
Una explicación general de lo anterior, es que se encuentran asumiendo que el nivel general de precios, se estaría manteniendo en línea con los objetivos de política monetaria, las tasas permanecen ancladas por cualquier riesgo de liquidez y/o default, tanto en la parte privada como en la pública (aunque no deben ser descartados durante el mediano plazo los riesgos económicos reales) por la inyección de liquidez, así como una perspectiva de recuperación económica prolongada. Los elementos anteriormente enumerados y la perspectiva en los diferenciales futuros en las tasas de interés ha sido algo que también ha permeado a los mercados emergentes, pues las actuales tasas requeridas en los instrumentos de países como México, Brasil, China, Sudáfrica y Rusia se ubican cerca del mínimo registrado en los últimos seis meses. En tanto que una buena parte de los bonos soberanos europeos siguen consolidando terreno en la parte negativa, lo cual, no necesariamente es lo mismo para la tasa real.
Hacia adelante es probable que las tasas requeridas continúen bajando aunque a una menor velocidad debido al control responsable de la política monetaria y la continuidad de los riesgos durante el corto plazo, pero algo es bastante posible, las tasas negativas para algunas partes del mundo llegaron para quedarse, aunque en México no vemos alguna posibilidad de tasas negativas.
@1ahuerta