Foto: Gabriela Esquivel Frente al Antimonumenta, las mujeres exclamaron: "Soy la madre que ahora llora por sus muertas y soy esa que te hará pagar las cuentas. ¡Justicia!".  

“Ya los pajarillos cantan, la luna ya se metió”. Sonaron Las Mañanitas y enseguida se escucharon gritos y aplausos de las mujeres que celebraban el primer aniversario de la marcha feminista, que el año anterior dejó como saldo cuantiosas pérdidas materiales, entre ellas los daños ocasionados a la columna del Ángel de la Independencia.

La marcha original, en 2019, ocurrió cuando encapuchadas tomaron la Glorieta de los Insurgentes y las inmediaciones del Paseo de la Reforma en demanda de justicia para una menor de 17 años que, en su momento, acusó que fue violada por cuatro policías a bordo de una patrulla, en Azcapotzalco.

Aunque la acusación nunca se demostró de forma fehaciente, permitió que el movimiento feminista cobrara fuerza en la capital, por lo que ayer las mujeres salieron de nuevo para reclamar que, durante la contingencia sanitaria, los feminicidios han ido en aumento.

“Con el famoso ‘Quédate en casa’ la gente no se ha informado; ha aumentado la violencia intrafamiliar hacia las mujeres y eso nos tiene muy molestas (…). A nosotras siempre nos buscan, nos molestan, pero contra los violadores o asesinos no hacen nada”, declaró a 24 HORAS una activista autonombrada Reda.

Tras su salida del Ángel de la Independencia, manifestantes, escoltadas por agentes femeninas del agrupamiento Atenea, personal de la Comisión de Derechos Humanos local, elementos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) y voluntarios de la brigada Marabunta, ingresaron por la calle Génova hacia la Glorieta de los Insurgentes, dónde cantaron e hicieron pintas a la escultura de El Sereno; las instalaciones del Metro y Metrobus quedaron resguardadas.

Tras seguir su camino hacia la Antimonumenta (frente a Bellas Artes), al cruce de Insurgentes y Reforma, a la altura de la escultura a Nezahualcóyotl, ocurrieron hechos violentos y los primeros enfrentamientos con la policía.

Ahí, las agentes se defendieron con extintores y escudos; mientras que las activistas lanzaron petardos; en el lugar, se realizaron pintas en la acera y a una estación del Metrobus, también se tiró parte de la valla que resguardaba la figura del poeta azteca.

“Los policías fueron muy agresivos con las chicas, hubo varias lesionadas, muchas de ellas menores de edad; las patearon, les sacaron el aire y una requerirá cirugía por fractura de dedo”, comentó Fátima Cabrera, voluntaria de la brigada Marabunta.

En ese punto, una periodista del diario La Prensa se enfrentó contra una activista que le arrebató el celular.

Pese a que se esperaba que los contingentes llegaran hasta la plancha del Zócalo, el recorrido finalizó en la Antimonumenta. De las cerca de 120 activistas que arrancaron desde el Ángel, se sumaron otras cuantas, para hacer un total de cerca de 250 mujeres que, al unisono, entonaron la Canción sin miedo, de Vivir Quintana, alrededor de las 19:00 horas.

LEG