Fernanda, cuyo hijo tiene un año nueve meses, prefirió no aplicarle la vacuna pentavalente acelular –difteria, tosferina, tétanos, influenza tipo B y poliomielitis– “hasta que la situación mejore”.
La mujer, de 28 años, comentó que optó por no exponerlo al sacarlo a la calle ante la emergencia sanitaria por el Covid-19, la cual acumula más de medio millón de contagios.
En un recorrido por diversos Centros de Salud, tutores reconocieron su temor de acudir a la vacunación al principio de la pandemia, por lo que en días pasados comenzaron a salir para que les realicen la inmunización y así evitar que sus hijos contraigan alguna otra enfermedad que se pudo prevenir con una vacuna.
Personal de Salud comentó que los servicios siguieron operando en estos meses y aunque debido a la demanda había días en que los biológicos se terminaban, el reabastecimiento era inmediato.
En ese sentido, Gabriela, quien vive en la zona oriente del Estado de México, afirmó que durante mayo y junio estuvo buscando la vacuna del neumococo, pero no logró conseguirla, al igual que diversas madres con las que tiene contacto.
“Ojalá que ya haya disponibilidad de vacunas, porque muchos bebés están desprotegidos y en riesgo”, expresó y urgió a las autoridades a garantizar el abasto.
En contraste, Camila aseguró que ella ha completado el esquema de vacunación de su hija de cuatro años en tiempo.
LEG