El crítico del Kremlin, Alexei Navalny luchaba por su vida en un hospital siberiano la víspera, después de beber un té que sus colaboradores dijeron que creían que estaba envenenado.
Si se confirma, sería el más reciente de una larga serie de envenenamientos y sospechas de intoxicación de personas que han caído en desgracia con el Kremlin, el cual niega que ajuste cuentas con sus enemigos asesinándolos.
Navalny, un feroz opositor del presidente Vladimir Putin y sus lugartenientes, comenzó a sentirse mal en un avión con destino a Moscú ayer por la mañana, después de tomar té en un café del aeropuerto en la ciudad siberiana de Tomsk, lo único que tomó.
Su estado se agravó tanto que el avión hizo un aterrizaje de emergencia en la ciudad de Omsk, camino a Moscú, y fue trasladado en camilla.
Su portavoz dijo más tarde que estaba en cuidados intensivos en estado grave pero estable, con un respirador artificial en un hospital de la ciudad.
Rusia celebrará sus elecciones regionales dentro de un mes.
FRASE
“(Vladimir) Putin está asustado. Está enviando un mensaje a su propia gente para que no intenten hacer en casa lo que ven en la televisión de Bielorrusia”
Diplomático
de la Unión Europea