Alemania y Francia se ofrecieron el jueves a dispensar cuidado médico en su territorio al líder opositor ruso Alexei Navalni, que está gravemente enfermo después de que sus asesores afirmaron que fue envenenado.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, dijeron estar muy preocupados por lo que le está sucediendo a Navalny, uno de los críticos más duros del presidente ruso, Vladimir Putin.
Macron, que recibió a Merkel en su residencia de verano en una isla fortaleza medieval en el Mediterráneo, indicó que habló en extenso con la canciller sobre la enfermedad de Navalny.
“Las noticias que tenemos a esta hora son extremadamente preocupantes. Seguiremos la situación de manera estrecha”, dijo en una conferencia de prensa conjunta con Merkel al término de sus conversaciones.
“Estamos preparados para prestar toda la asistencia necesaria a Alexander Navalny y a sus cercanos en términos de cuidado de la salud, asilo y protección, está claro”, dijo Macron. “Espero que pueda salvarse”.
Navalny empezó a sentirse mal cuando volvía en avión a Moscú en la mañana del jueves, tras tomar un té en una cafetería del aeropuerto de la ciudad siberiana de Tomsk. Su estado empeoró tanto que el avión tuvo que aterrizar de emergencia en Omsk, siendo sacado en camilla.
Su portavoz, Kira Yarmysh, indicó que se encuentra en cuidados intensivos, en estado grave pero estable, conectado a un respirador artificial en el hospital in Omsk, a unos 2 mil 200 kilómetros al este de la capital rusa.
“Lo más importante es que se aclaren rápidamente las circunstancias detrás de esto”, comentó Merkel. “Insistimos en esto porque lo que hemos escuchado hasta el momento es muy poco favorable. Debe hacerse con transparencia”, agregó.
AR