El presidente del consejo de vigilancia de Volkswagen, Hans Dieter Pötsch, es obligado por la justicia alemana a pagar 1.5 millones de euros, es decir, 1.7 millones de dólares, esto luego de cerrar la investigación vinculada con el escándalo de motores diésel que fueron manipulados.
Dicha investigación se centraba en la manipulación de los mercados financieros por parte de Pötsch, quien también es director de Porsche SE y accionista principal de Volkswagen.
Fue acusado de haber informado con mucha posterioridad a los inversores de la manipulación masiva de estos carros, los cuales estaban equipados con un programa que hacía parecer que eran menos contaminantes de lo que en realidad son.
A esto se le bautizó como “dieselgate”, el cual hundió en millones de pérdidas al sector automovilístico, cuando inició la investigación en 2015 y Volkswagen reconoció la manipulación de 11 millones de vehículos.
El consejo de vigilancia de Stuttgart señala que “los dirigentes de Porsche SE no faltaron a sus obligaciones de información de los mercados financieros”, además, de que calificó las acusaciones como “infundadas”.
Volkswagen se encargó de cerrar una gran parte penal y civil del caso, debido a acuerdos financieros.
El actual responsable de la agencia, Herbert Diess, en conjunto con Pötsch, llegaron a un acuerdo con la fiscalía alemana de Brunswick en junio y acordaron pagar 4.5 millones de euros, lo que se interpreta como 5.3 millones de dólares cada uno para evitar un junio en aquel mes.
A su vez, se entregaran centenares de millones en indemnizaciones a 250 mil clientes alemanes.
En total, se habla de que a Volkswagen podría pagar hasta unos 35 mil millones de dólares.