El presidente turco, Tayyip Erdogan, reconvirtió el viernes en mezquita la histórica iglesia de Chora, uno de los edificios bizantinos más famosos de Estambul, un mes después de abrir la célebre Santa Sofía al culto musulmán.
La iglesia medieval de San Salvador de Chora, construida cerca de las antiguas murallas de la ciudad de Constantinopla, contiene mosaicos bizantinos del siglo XIV que muestran escenas de historias bíblicas.
Estos fueron cubiertos luego que la ciudad fuera conquistada por los musulmanes otomanos en 1453, pero volvieron a salir a la luz cuando -como Santa Sofía– la república secular de Turquía convirtió el edificio en un museo hace más de 70 años.
Erdogan, cuyo Partido AK tiene sus raíces en el Islam político, se ha posicionado como un defensor de los musulmanes devotos y el mes pasado se unió a decenas de miles de fieles en las primeras oraciones en Santa Sofía en 86 años.
La medida fue duramente criticada por líderes de la iglesia y algunos países occidentales, que dijeron que reconvertir Santa Sofía exclusivamente para el culto musulmán corría el riesgo de profundizar las divisiones religiosas.
El año pasado, un tribunal turco anuló una decisión del gobierno de 1945 que convertía a Chora, conocida como Kariye en turco, en un museo administrado por el Ministerio de Educación.
El viernes, un edicto firmado por Erdogan y publicado en el boletín oficial de Turquía declaró que “la administración de la Mezquita Kariye será transferida a la Dirección de Asuntos Religiosos y (la mezquita) se abrirá al culto”.
En el siglo IV se construyó por primera vez un templo en el lugar, pero la mayor parte del edificio existente data de una iglesia del siglo XI, que fue principalmente reconstruida 200 años después de un terremoto.
El edicto de Erdogan del viernes no dijo cuándo se llevarán a cabo las primeras oraciones musulmanas en Chora, o qué arreglos se harán para sus obras de arte cristianas. En Santa Sofía se han corrido cortinas frente a una imagen de los adoradores de María y el niño Jesús.
ica