Funcionarios de derechos humanos de la ONU se reunieron durante la noche con el derrocado presidente de Mali, Ibrahim Boubacar Keita, y otras autoridades retenidas desde el golpe militar perpetrado esta semana, dijo la misión local del organismo el viernes.
No ha habido noticias sobre Keita desde el martes, cuando disolvió el parlamento y renunció tras ser arrestado a punta de pistola, profundizando la crisis que enfrenta el país, que intenta contener una insurgencia de militantes islámicos.
El equipo de derechos humanos tuvo acceso a Keita y otros detenidos, indicó en Twitter la misión de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, conocida como MINUSMA. No dio detalles sobre lo conversado ni del estado de los cautivos.
Las calles de la capital Bamako estaban tranquilas por tercera jornada consecutiva el viernes, antes de una marcha masiva planeada por una coalición opositora que lideró las protestas contra Keita antes del golpe y desde entonces apoya a los sublevados.
Los líderes de la junta han prometido supervisar una transición hacia unas elecciones en un tiempo “razonable”, pero el derrocamiento desalentó a las potencias internacionales y regionales, que temen que pueda desestabilizar aún más a la excolonia francesa y a toda la región del Sahel en África Occidental.
Un golpe en 2012 ayudó a acelerar la captura del norte de Mali por parte de militantes ligados a al Qaeda, mientras que afiliados de este grupo y de Estado Islámico están activos en el norte y centro del país.
Una delegación de las 15 naciones que integran la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) tiene previsto viajar pronto a Bamako, tras celebrar una cumbre de emergencia el jueves con la intención de revertir el golpe.
La misión, liderada por el exmandatario nigeriano Goodluck Jonathan, intentará “negociar la liberación inmediata del presidente y garantizar también la restauración del gobierno constitucional”, dijo el portavoz de Jonathan, agregando que el calendario de la visita no está confirmado todavía
ica