Foto: Reuters Ante el desvanecimiento de las esperanzas de que las montañas de La Española pudieran debilitar la tormenta, Cuba se preparaba para recibir a Laura  

Los residentes de áreas bajas costeras de Cuba y Luisiana evacuaron sus viviendas el domingo y las calles se convertían en ríos en la capital de Haití por la llegada de dos grandes tormentas gemelas que amenazaban al Caribe y el Golfo de México.

Marco, que se convirtió en huracán el domingo y podría tocar tierra el lunes en la costa de Luisiana, es seguido por la tormenta tropical Laura, que está pasando ahora por República Dominicana y se espera cruce las islas de La Española y Cuba y se convierta en huracán antes de impactar en la costa estadounidense del Golfo de México el jueves.

En Puerto Príncipe, Haití, videos en las redes sociales mostraban a gente con agua y lodo hasta la cintura en una de las peores inundaciones que vive la capital en años. Haití es especialmente vulnerable a las lluvias intensas por sus pobres infraestructuras y la deforestación, que aumenta la posibilidad de corrimientos de tierra.

Las autoridades instaron a los residentes a lo largo del río Artibonite a que evacúen la zona por el riesgo de que la represa hidroeléctrica Peligre desborde sus orillas.

Haití fue el primero en reportar una muerte por Laura, después de que una niña de 10 años pereció cuando un árbol cayó sobre su casa en la aldea sureña de Ans-a-Pitres.

Ante el desvanecimiento de las esperanzas de que las montañas de La Española pudieran debilitar la tormenta, Cuba se preparaba para recibir a Laura. Había evacuaciones en el este, donde se espera que la tormenta provoque inundaciones esta noche, antes de cruzar la isla entera el lunes.

El doble embate de huracanes en la costa estadounidense en pocos días “podría resultar en un periodo prolongado de clima peligroso”, advirtió Stacy Stewart, meteoróloga del Centro Nacional de Huracanes, el domingo.

La Agencia Federal de Gestión de Emergencias envió equipos a centros de operaciones en las capitales estatales de Luisiana y Texas, dijo el portavoz Earl Armstrong. La agencia está preparada para manejar ambas tormentas, indicó, destacando que en 2004 cuatro huracanes golpearon Florida en seis semanas.

Autoridades de la parroquia costera de Lafourche, Luisiana, ordenaron una evacuación obligatoria de los residentes de zonas bajas el mediodía del domingo. La Guardia Costera elevó también su alerta para el Puerto de Nueva Orleans, pidiendo a los barcos que hagan planes para evacuar algunas áreas.

El potencial de inundaciones y evacuaciones se sumó a la preocupación por la propagación del Covid-19. La Universidad de Tulane, el mayor empleador privado de Nueva Orleans, dijo que cerrará su centro de tests el lunes por posibles inundaciones y cortes de electricidad y pidió a los estudiantes que mantengan las normas de distancia social.

En Grand Isle, en la punta sur del estado, las autoridades estaban apilando sacos de arena para reforzar su muro protector, mientras las compañías energéticas seguían sacando a su personal de las plataformas petroleras y suspendiendo su producción en la zona.

Laura podría fortalecerse y convertirse en un huracán de categoría 2 o 3 y moverse hacia el oeste, cerca de la zona de Houston-Galveston, donde llegaría con lluvias torrenciales en la noche del miércoles o el jueves, dijo Chris Kerr, meteorólogo y directivo de DTN, un proveedor de datos de energía, agricultura y clima.

 

 

AR