Ángel Álvaro Peña

Se busca un contrapeso político que hasta ahora no encuentra esa oposición deshilvanada que ya no ve lo duro sino lo tupido de las críticas a causa de su actuar claramente delictivo. La urgencia por crear una contraparte para evitar, por lo menos, la desaparición de algunos partidos políticos cuya conducta no fue del todo honesta, se convierte en desesperación por encontrar una razón para cuestionar a la actual administración.

De ahí que todo lo que aparezca o parezca un acto de corrupción de los miembros de la actual administración es un cheque en blanco para esa oposición que se diluye en cada declaración y se vuelve pequeña en cada agresión. Los videos contra los panistas son producto de una investigación penal, no un probable montaje o un simple video de aficionados.

Luego de que se diera a conocer uno de los muchos videos que guardó Emilio Lozoya para implicar a quienes lo extorsionaban, que tiene como protagonistas a los exsenadores Francisco Domínguez y Jorge Luis Lavalle; se difundió a través de un periodista, un video donde aparece el hermano del presidente, Pío López Obrador, recibiendo dinero de David León.

David León Romero se desempeñaba como director de Protección Civil y fue designado por el presiente Andrés Manuel López Obrador para dirigir la distribuidora de medicamentos y vacunas del Estado mexicano, informó que acudirá voluntariamente a la Fiscalía General de la República, a ponerse a sus órdenes en torno a los videos difundidos.

No debe confundirse el otorgamiento de dinero, no es pecado ni delito dar y recibir dinero, sea la cantidad que fuere. Lo condenable es el motivo, porque hay motivos nobles que tienen que ver con el dinero.

Beatriz Gutiérrez Müller, en el homenaje a Leona Vicario, recordó que la heroína mexicana aportó dinero para la independencia de México y nadie la grabó ni la condenó. La esposa de Andrés Quintana Roo, apoyó el movimiento de don Miguel Hidalgo y Costilla, pero no es el único caso en la historia de México, que debiera ser un factor que muchos deben tomar en cuenta antes de hablar.

El movimiento o la campaña de López Obrador tuvo un gran apoyo popular, muchas veces con dinero, muy parecido al que convocó compartir el presidente Lázaro Cárdenas al anunciar que la expropiación petrolera requería de apoyo, de recursos para indemnizar a los petroleros extranjeros, fue entonces cuando se recibieron donaciones de la población en el Palacio de las Bellas Artes.

Afuera de este edificio de la ciudad de México, había largas filas de mexicanos que lo mismo llevaban un guajolote, huevos, dinero en efectivo cochinos, gallinas, alcancías. De esto también hay videos, muchos.

Viajando por la historia del país encontramos que hay un veracruzano llamado Manuel Gutiérrez Zamora, quien, para fortalecer la defensa del país de la invasión estadounidense, vendió sus pertenencias y el dinero se lo entregó al general Ignacio de la Llave para comprar armas. De esto no hay video, todavía no se inventaban las cámaras, para aclaración de los panistas.

De este tipo de apoyo es el que el hermano del presidente recibió para una causa que consideraba justa, no sólo por tratarse de su hermano sino porque creía en la lucha que él encabezaba. Sin embargo, los opositores extraviados en la ignorancia de la historia y su sed de venganza consideran que video con video se paga, o lo que es lo mismo ojo por ojo y video por video, pero no es lo mismo el video de las largas filas afuera de Bellas Artes para darle apoyos a Lázaro Cárdenas que la extorsión de los panistas para comprar candidaturas, gubernaturas, contratos, impunidades y cargos.

El propio presidente López Obrador habló acerca de que la lucha maderista contó 700 mil pesos y hay otras muchas dentro y fuera de México que no forzosamente implican un acto de corrupción ni representan el enriquecimiento de alguien, como lo hicieron los panistas y los priistas con los videos exhibidos por Emilio Lozoya Austin.

Si hay un culpable de la ilegalidad de dicho video ese es, en primer lugar, el INE, organismo que no detectó millones de dólares en la campaña de Peña Nieto ni este millón de pesos de Pío López Obrador a la campaña de su hermano. Debe juzgarse a esos consejeros electorales. Los dólares fueron a cambio de un contrato, el millón de pesos fue producto de la cooperación de particulares de todas las clases sociales, principalmente pobres.

Se trata de extorsión y no de apoyo. Pero la guerra de videos requiere de la desesperación por vengarse, por tratar de ser iguales a los que son diferentes. Una desesperación, al fin y al cabo, por salvarse de la cárcel.

Es urgente que esa oposición, que se fija en detalles poco afortunados para ellos, consulte los libros de historia, porque su holgura económica los llevó a estudiar en el extranjero y carecen de elementos para poder discutir en México temas que requieren de algo más que hígado y rencor. No leen.

La oposición en México tiene no sólo la obligación de reconstruirse después del duro golpe asestado en 2018, sino la urgencia de aprender historia, porque no conoce ni siquiera la trayectoria de los fundadores de sus propios partidos políticos que eran personas demócratas, honestas, leales, lo cual también se ha perdido en el PAN y el PRI, y prueba de ello son esos videos. PEGA Y CORRE. – Mientras algunos medios hablan de libertad de expresión violada, otros, como sucede con un semanario que hace algunos años fue de lectura obligada, despide a los columnistas que no están de acuerdo con la línea conservadora de su nuevo director, quien despidió a John Ackerman y a otros colaboradores no conservadores de sus páginas con el aparente motivo de un recorte presupuestal. Esa es la libertad de expresión que exigen unos medios que ya no saben cómo detener el deterioro de un conservadurismo que va directo al museo de la historia negra de México… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

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