Luisiana se preparaba ayer para la inminente llegada de dos fenómenos meteorológicos de grandes proporciones, lo que recordaba eventos como el huracán Katrina de 2005, uno de los cinco más mortíferos en la historia de Estados Unidos. Para fortuna de los habitantes de dicho estado, y también de Texas, uno de los fenómenos se debilitaba.
La tormenta tropical Laura se fortalecía en el Caribe y podría convertirse en huracán hoy, la buena noticia era que su gemelo Marco se debilitó antes de lo esperado, librando a la costa estadounidense del Golfo de México del azote de dos ciclones simultáneos, como se preveía.
Laura avanzaba por la costa sur de Cuba ayer por la mañana, pero la parte más fuerte de la tormenta descargaba en alta mar, lo que ayudaba a que la mayor isla del Caribe evitara mayores daños, tras dejar al menos 10 muertos en Haití y República Dominicana.
En Cuba derribó árboles, arrancó techos frágiles y provocó inundaciones menores en la noche del domingo, dijeron residentes y reportes de noticias. En Jamaica hubo recuentos de corrimientos de tierras y carreteras inundadas.
Laura se dirigía hacia el Golfo de México a una velocidad de 31 kilómetros por hora, según el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos. Se espera que hoy alcance categoría de huracán y que golpee en la costa con más fuerza en la noche del miércoles, difundió el CNH.
Para entonces podría haber alcanzado categoría 2 o 3 en la escala de intensidad de cinco grados de Saffir-Simpson, dijo Chris Kerr, meteorólogo de DTN, un proveedor de datos de energía, agricultura y clima.
En Luisiana, el gobernador John Bel Edwards advirtió de la llegada de vientos con fuerza de tormenta tropical, instando a los residentes costeros a buscar refugio tierra adentro.
Pese al debilitamiento de Marco -hacia una depresión tropical-, la tormenta seguía amenazando con inundar la costa de Luisiana.
LEG