El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, extendió el martes hasta fin de año los pagos de emergencia para ayudar a los brasileños de bajos ingresos a sobrellevar las consecuencias económicas de la pandemia, un programa que ha impulsado su popularidad.
La ayuda destinada a los trabajadores pobres y del sector informal que se han visto gravemente afectados por la crisis del coronavirus se reducirá a la mitad, a 300 reales (55,63 dólares) al mes, dijo Bolsonaro a periodistas en la capital Brasilia.
La ayuda, que comenzó en abril, se había fijado anteriormente en 600 reales y costaba al Tesoro 50 mil millones de reales cada mes, lo que generó fricciones con el ministro de Economía, Paulo Guedes, que está tratando de contener un enorme déficit presupuestario.
Encuestas de opinión recientes muestran que los pagos han ayudado a aumentar la popularidad del presidente de derecha, incluso en la región más pobre del noreste del país, que alguna vez fue un bastión de la izquierda.