Llevar una vacuna contra el coronavirus desde los lugares de fabricación a algunas partes del mundo con poblaciones rurales y suministro de electricidad inestable será un enorme desafío, dada la necesidad de almacenar algunas ampollas a temperaturas tan bajas como -80 grados centígrados (-112 Fahrenheit), advirtió el martes Deutsche Post.
La firma de logística alemana dijo que la distribución de una eventual vacuna a grandes partes de África, Sudamérica y Asia requerirá de medidas extraordinarias para mantener refrigeradas las entregas de las llamadas vacunas mRNA a temperaturas similares a la de la Antártica.
Las compañías que desarrollan vacunas que requieren de almacenamiento excepcionalmente frío, como Moderna y CureVac, están trabajando duro para lograr que sus inyecciones duren más tiempo en tránsito.
La nueva clase de vacunas mRNA está entre las más avanzadas en un campo de 33 inyecciones que están siendo probadas en humanos a nivel global, pero podrían necesitar ser enfriadas a -80 grados centígrados.
Mejorar la infraestructura de almacenamiento en frío en algunas regiones fuera de los 25 países más avanzados, en los que vive un tercio de la población global, representará un inmenso desafío, dijo Deutsche Post en su estudio, realizado con la consultora McKinsey.
Los desarrolladores de vacunas Translate Bio y Moderna aseveraron en junio que están trabajando para mostrar evidencia antes del lanzamiento de que sus respectivos productos pueden ser transportados y almacenados a temperaturas menos extremas.
Un portavoz de CureVac dijo que su candidata a vacuna se basa en una vacuna experimental para la rabia que ya ha mostrado que mantiene su estructura molecular cuando es almacenada en un refrigerador común durante meses. Se están realizando pruebas para mostrar que el producto contra el COVID-19 tiene la misma durabilidad y la compañía confía en que los datos serán “competitivos”, agregó.
Deutsche Post señaló que incluso si la cadena de frío de la vacuna requiere temperaturas de apenas -8 grados centígrados, la cantidad de población mundial con acceso confiable a ella aumentaría sólo a cerca de un 70% y partes sustanciales de África correrían riesgo de quedar excluidas.
“Anticipamos que 10 mil millones de dosis de la vacuna tendrán que ser distribuidas por el mundo y eso incluye regiones que no tienen acceso por carretera cada 5 millas (8 kilómetros)”, dijo a Reuters la directora comercial de la unidad DHL global forwarding de Deutsche Post, Katja Busch.
ica