A pesar de que lo presentó bajo un contexto de dos crisis, la económica y sanitaria, el presidente Andrés Manuel López Obrador únicamente dedicó 44 minutos a su Segundo Informe de Gobierno, del cual la novedad fue ausente y casi los aplausos.
Tras entonarse el Toque de Silencio en memoria de las víctimas de Covid-19 y los honores hacía él, López Obrador, inexpresivo y con voz media que fue sostenida a lo largo del discurso, cumplió lo prometido: comenzó abordando el tema de la corrupción, que junto con su política de austeridad, se miden en 150 mil millones de pesos.
“Este Gobierno no será recordado por corrupto. Nuestro principal legado será purificar la vida pública de México y estamos avanzando. No hemos emprendido persecuciones facciosas ni venganzas políticas, pero tampoco encubrimos a nadie ni permitimos la impunidad. Ya se acabó la robadera de los de arriba, pero todavía falta desterrar por completo el bandidaje oficial”.
Como ejemplo de que no hay persecución política, resaltó que en el caso de los expresidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, quienes podrían estar involucrados en los procesos abiertos contra sus colaboradores, no dará línea a la Fiscalía General de la República ni a la Suprema Corte de Justicia, quienes no asistieron al Informe.
Consideró que la consulta para preguntar si se les enjuicia es para “prevenir delitos del porvenir”, y respetará el resultado.
A la oposición advirtió que no cederá en su deseo de que caiga en traición e incongruencia.
A la pandemia del Covid-19 dedicó cuatro minutos, y pese a lo que ha significado, resaltó que permitirá salir con un mejor “sistema de salud”, pues se han contratado 40 mil profesionales frente al déficit de 200 mil con el que recibió el Gobierno.
De la crisis económica retomó en cinco minutos los indicadores de recuperación de empleo, del peso, precio del petróleo, no caída de recaudación y aumento de remesas para insistir en que México va para arriba en el trazo de V que representó la crisis.
Y agradeció al sector privado el apoyo: "La relación con los empresarios ha sido buena y respetuosa. A pesar de la crisis, la mayoría no despidió a sus empleados".
De pasada por el rubro de inseguridad, presumió un descenso de 30% en delitos del fuero común y aceptó un incremento en el homicidio doloso y la extorsión de 7.9% y 12.7%, respectivamente.
Presumió cumplir 95 de 100 compromisos hechos en 2018, y en diciembre se consolidarán las bases de su Gobierno, y de ahí únicamente seguirá gobernar con “amor al pueblo”.
“La mejor manera de evitar retrocesos en el futuro depende mucho de continuar con la revolución de las conciencias para lograr a plenitud un cambio de mentalidad que, cuando sea necesario, se convierta en voluntad colectiva....Sigamos pues, haciendo historia; sigamos pues, haciendo patria”, agregó a pocos meses del arranque del proceso electoral.
Como la mayoría de sus discursos, el de este informe cerró con tres ¡Viva México!, que llevaron al único aplauso hacia él por parte de los invitados.
LO QUE NO MENCIONÓ
-Desaparición de subsecretarías
-Cambios en el gabinete. No confirmó la renuncia de Víctor Toledo a la Secretaría de Medio Ambiente; estuvo ausente en el informe
-La creación de la empresa distribuidora de medicinas que se quedó sin titular previsto por el videoescándalo de David León y su hermano Pío López Obrador
-Recorte al salario de funcionarios
LEG