La guardia costera española rescató este miércoles tres barcos cargados de inmigrantes en las aguas de Gran Canaria, llevándolos a tierra para que se unan a otras 150 personas que permanecen en un campamento en el muelle cuando las autoridades tratan de hacer frente a una oleada migratoria que dura meses.
El último grupo de 58 hombres norafricanos fue recogido de tres pequeñas embarcaciones que se desplazaban a la deriva unos 29 kilómetros al sur de la isla y parecían gozar de buena salud, según la guardia costera.
A su llegada, fueron conducidos a la costa por trabajadores de la salud con monos blancos, gafas protectoras y respiradores.
Con los centros de recepción de inmigrantes en todo el archipiélago al límite de su capacidad, más de 200 personas de toda África, entre ellas dos mujeres, están ahora atrapadas en el campamento improvisado del puerto Arguineguin de Gran Canaria.
Algunos de ellos hicieron cola para recibir bebidas, aperitivos y desinfectante para las manos de los voluntarios, mientras que otros se tendieron sobre mantas en el suelo de cemento.
Aunque la migración marítima a España ha disminuido casi un 27% este año, las llegadas a Canarias se han quintuplicado hasta 3.448 personas, según los datos del Ministerio del Interior, lo que supone una carga para las autoridades locales.
PAL