BERLÍN.- Alexei Navalny, un crítico del presidente ruso, Vladmir Putin, y quien se encuentra en cuidados intensivos en un hospital de Berlín, fue envenenado con un agente nervioso de la familia Novichok, dijo el miércoles la canciller alemana, Angela Merkel.
Merkel afirmó que Berlín ahora espera que Moscú se explique y que Alemania consultará a sus aliados de la OTAN sobre cómo responder, lo que plantea la posibilidad de nuevas sanciones occidentales contra Rusia.
Moscú ha negado su participación en el incidente. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que la afirmación de Alemania no estaba respaldada por evidencias y se quejó de la forma en que Berlín había elegido divulgar información sobre Navalny.
“Esta es una información preocupante sobre el intento de asesinato por envenenamiento contra una figura líder de la oposición rusa”, dijo Merkel. “Alexei Navalny fue víctima de un ataque con un agente químico nervioso del grupo Novichok. Este veneno se pudo identificar de manera inequívoca en las pruebas”.
Novichok es la misma sustancia que Gran Bretaña dijo que se usó contra un desertor ruso y su hija en un ataque en Inglaterra en 2018.
Navalny, de 44 años, es un abierto crítico de Putin y se ha especializado en investigaciones de alto impacto sobre la corrupción oficial. Fue trasladado en avión a Alemania el mes pasado después de colapsar en un vuelo doméstico ruso después de beber una taza de té que sus aliados dijeron que estaba envenenado.
El Kremlin dijo que quería un intercambio completo de información y que Alemania y Rusia deberían cooperar, pero afirmó que aún no podía dar una declaración adecuada sobre los hallazgos alemanes. Autoridades y médicos rusos afirmaron previamente que no encontraron evidencias de que Navalny fuera envenenado.
Rusia ya está sometida a sanciones occidentales tras la anexión de Crimea hace seis años y otro enfrentamiento con las naciones europeas o con Estados Unidos puede perjudicar aún más su economía. El rublo ruso prolongó las pérdidas contra el euro después de la declaración del gobierno alemán.
El hospital Charite de Berlín, que está tratando a Navalny, dijo que permanecía en estado grave en una unidad de cuidados intensivos conectado a un ventilador pulmonar artificial a pesar de que algunos de sus síntomas estaban cediendo.
Agregó que no podía descartar consecuencias a largo plazo del envenenamiento y que esperaba que permaneciera enfermo por un largo período.