Existen alrededor de dos mil 550 personas, de poco más de 500 mil clientes, que no tienen asegurados el total de sus recursos por la liquidación de Banco Ahorro Famsa, por lo que buscarán impulsar cambios legislativos y un mayor respaldo por parte de las autoridades financieras del país.
Lo anterior, ya que el seguro de depósito otorgado por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) únicamente cubre cerca de 2.5 millones de pesos, el equivalente a 400 mil Unidades de Inversión (UDIs).
Según Maribel Peláez, integrante del “Comité de Defraudados de Famsa”, los dos mil 550 afectados concentran ahorros hasta por nueve mil millones de pesos, en tanto que al menos el 90% son adultos mayores y tienen un ahorro promedio de 4.5 millones de pesos.
Hasta el momento, agregó, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios (Condusef) no ha dado respuesta alguna a las peticiones de este movimiento, por lo que planean hacer la toma simbólica de sus instalaciones en cada estado donde existen usuarios implicados.
Además buscarán aumentar el seguro de UDIs, de 400 mil a 750 mil UDIs, para “prevenir” a futuros usuarios del sistema financiero.
Ricardo González, de Monterrey, Nuevo León, quien concentró todos los ahorros de su familia, en Banco Ahorro Famsa desde hace una década, relató a 24 HORAS que todo el dinero depositado tras 40 años de trabajo, fue retirado de la institución, pero cuando acudió a depositarlo en otra entidad bancaria, le notificaron que no tenía fondos.
“Sabemos los riesgos que pueden existir en una sociedad de inversión, pero jamás nos imaginamos, mucho menos recibimos una alerta por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) o la Condusef, que un banco como Famsa estaba en peligro”, manifestó.
Xavier Ramírez atraviesa por una situación similar. El usuario relató a este Diario que desde inicios de 2019 retiró los ahorros que tenía con otros bancos para ingresarlos a Famsa, que ofrecía rendimientos fijos de hasta 10%.
Dicha decisión la tomó después de consultar a la CNBV, donde no encontró alguna anomalía y se percató de que Famsa cumplía con toda la regulación requerida, pues su dinero estaba contemplado para su pensión.
AR